Virgin Blood (+18) (AU Death Note L x Light / Vampiros / Licántropos)

4. Tócame, por favor.

Era increíble que ya llevase una semana instalado en aquel apartamento lujoso en Nueva York. Light estaba intentando por todos los medios acostumbrarse a su nueva vida, pero era complicado, porque convivir con los Lawliet se estaba haciendo un poco cuesta arriba.

Admitía, eso si, que sus días como joven multimillonario eran cada vez más cómodos. Salía de compras, contaba con Matt y Mello como escolta personal y además se pasaba gran parte del tiempo tomando el sol en la amplia terraza del apartamento. Esa que estaba en el pasillo de la zona más luminosa de la casa. Imaginaba que dos vampiros no iban a darle demasiado uso.

Había tenido problemas. Sobre todo con Beyond. Una noche se vio atacado por el menor de los Lawliet, que se abalanzó sobre él como un maldito loco psicópata hambriento. Fue la primera vez que Light veía unos colmillos en todo su esplendor. El rostro y los ojos carmesí de Beyond le acompañaron un par de noches colmadas de pesadillas. Agradecía a algún tipo de dios que Lawliet y Near hubiesen estado cerca en aquel momento, porque el mayor le había dado un fuerte puñetazo a su hermano para evitar males mayores. Un golpe que rompió una parte de la pared de la sala principal, creando unas horribles grietas que atravesaron la superficie.

La famosa fiesta organizada por Lawliet y sus trabajadores, dio la vuelta a la ciudad. Los numerosos canales televisivos y las revistas de sociedad no hablaban de otra cosa. Al final se iba a celebrar en uno de los hoteles más importantes de Nueva York, uno que era propiedad de Lawliet, por supuesto. Light se preguntaba a menudo el por qué un vampiro necesitaba tantísimas cosas. Incluso había llegado a charlar con Lawliet sobre aquel tema, con miedo por si importunaba con sus preguntas.

"Avaricia,supongo" Fue lo único que contestó el vampiro cuando él, con su curiosidad, le había mirado con temor por interrumpir su trabajo.

Eso era algo que comenzaba a inquietarle. Aún dormía en su habitación"temporal", viendo muy poco al vampiro a lo largo del día. Lawliet se pasaba las horas fuera de casa y cuando regresaba, se encerraba en su despacho para resolver asuntos que a Light no le interesaban demasiado. La relación entre ambos parecía más bien algo cortés y obligado, que encendía los nervios de Light como una cerilla. Le preguntó a Near, una de aquellas mañanas en las que hasta Mello y Matt habían decidido compartir el desayuno con ellos en casa de su jefe.

El albino no le dio demasiadas explicaciones pero Light supo perfectamente que hasta para él, toda la situación estaba siendo un poco rara. ¿Cuándo se suponía que comenzaría a compartir espacio privado con el vampiro? Le alteraba su presencia, escuchar como caminaba por el apartamento a altas horas de la madrugada o el aroma que dejaba a su paso tras salir de la cocina. Odiaba a Lawliet y a la vez, despertaba algo en su interior. Algo que mezclaba la curiosidad con un enfado infantil por sentirse ignorado. Ni si quiera había intentado volver a besarle con la pasión y el deseo con el que lo besó en la oficina.

Intentó no darle más vueltas al tema, apoyando mejor los brazos sobre el bordillo del jacuzzi en el que estaba tomando un relajante baño. Echó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y moviendo los dedos de las manos sobre el mármol blanco mientras cavilaba en lo que podía hacer lo que restaba de día. Había almorzado con Near, en un restaurante muy exclusivo de comida japonesa con la esperanza de sentirse más cerca de su antiguo hogar. Lo único que había conseguido era una sensación amarga y vacía, una tristeza que volvió a recordarle que diablos hacía allí, siendo el futuro compañero de un chupa sangre al que no parecía importarle demasiado.

Se puso en pie, saliendo del jacuzzi con el agua recorriendo cada recoveco de su piel suave y caliente. Secándose el cabello, llegó a la conclusión de que estaba un poco harto de sentirse ignorado. ¿Qué le pasaba al idiota de Lawliet? Primero lo colmaba de roces y besos, le decía que era suyo, que era importante afianzar aquel extraño trato entre ambas familias... Y luego... luego volvía a ignorarlo, como si no fuese nada a lo que darle importancia. Tomó una decisión. Una que era presa del ardor que el maldito vampiro le hacía sentir, de lo ridículo que se sentía consigo mismo por caer en las redes de aquel hombre oscuro e indiferente.