Volvió a llevarse las manos al cuello, arañando y buscando el aire que le faltaba a sus pulmones. ¿Cuántas horas llevaba así? El dolor parecía ir remitiendo poco a poco, convirtiéndose en algo que a pesar de ser constante comenzaba a suavizarse.
Se removió entre las sábanas, respirando agitado y sin dejar de temblar. No recordaba ni siquiera lo ocurrido horas atrás, tan solo la sensación del frío y la oscuridad. Luego no hubo nada.
Estaba claro que había caminado sobre una delgada línea que separaba la vida y la muerte. Incluso cuando su corazón dejó de latir, siguió odiando con toda su alma al causante de todo. Su maldito vampiro. Ese que a pesar de sus advertencias, no logró transmitirle lo mucho que iba a sufrir en sus primeras horas como inmortal.
―¿Light?
Apretó los párpados, al igual que la mandíbula. Sentía las encías hinchadas, con un regusto metálico y una sequedad en la garganta que lo hacía imaginar litros y litros de sangre deslizándose; caliente y apetitosa.
―Déjame... ―susurró con odio, rechinando los dientes y hundiéndose más entre las sábanas.
―Al menos has recuperado tu malhumor.
En serio que quiso abofetear al estúpido de Lawliet. Se contuvo, gruñendo e intentando abrir los ojos para poder enfocar el dormitorio. Se llevó la mano a la nariz, angustioso e impregnándose del sensual aroma del vampiro que había a su lado.
―Es normal que tus sentidos se hayan agudizado. Es parte del proceso.
―Es horrible.
―Conseguirás dominarlo con el tiempo ― su voz rasposa y ronca, hizo que Light buscase su mirada.
Su vampiro lo miraba con una ansiedad palpable, moviendo los dedos sobre las sábanas y haciendo un suave ruido de fricción que consiguió escuchar a pesar de ser casi inaudible. Al menos se habían encargado de evitar que la luz solar pudiese filtrarse en el dormitorio. ¿Moriría si se exponía ahora mismo? ¿Qué nivel de poderes tenía? Si todos los inmortales adquirían parte del poder de su maestro supuso que el suyo sería fuerte, como Lawliet.
Extrañado, frunció el ceño cuando se sentó en la cama, aún con los brazos temblorosos y el cuerpo cansado.
―¿No haces alarde de tu poder? ― preguntó, algo anonadado porque no hubiese aprovechado su pensamiento para presumir.
―Ya no puedo leer tu mente. Entre vampiros es más complicado.
―Estupendo. Así podré pensar cosas horribles sin molestarme lo más mínimo ― dijo con sarcasmo, chasqueando la lengua y siseando por la molestia ―. Creo que tengo colmillos.
Lawliet sonrió malicioso, acercándose unos centímetros a Light y olisqueando su cuello con excitación. Light tragó saliva al sentir su respiración, gimiendo sumiso y vergonzosamente por sentir el impulso de ser suyo de forma inmediata.
―Hueles mejor que nunca... ― susurró Lawliet, lamiendo con deleite su piel ―. Creí que no habría ninguna manera de superar tu dulce aroma de cuando eras un mortal. Pero estaba equivocado.
Tuvo que mover las piernas, quejumbroso y caliente. Sus manos volaron hacia los cabellos de su vampiro, acariciando los mechones oscuros y dejándose hacer cuando Lawliet bajó con sus besos por su torso desnudo. Tomó aire cuando se detuvo a escasos centímetros de su corazón, acercando los labios y sonriendo como un bastardo.
―¿Cómo se siente estar muerto? ― preguntó, deslizando los dedos por toda la extensión de sus costados ―. Hace tanto tiempo que me convertí en inmortal que he olvidado la novedosa sensación.
ESTÁS LEYENDO
Virgin Blood (+18) (AU Death Note L x Light / Vampiros / Licántropos)
FanficLa vida de Light ha dado un giro inesperado. Tras la muerte de sus padres, va a tener que enfrentarse a una nueva vida a merced del multimillonario Elle Lawliet. Un hombre con el que toda mujer u hombre soñaría. Pero Light solo puede pensar que su...