3. Eres mío.

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Cuando abrió los ojos, agradeció enormemente que la luz del sol entrase por el pequeño hueco que había entre la persiana y la ventana que rodeaba gran parte de la pared junto a la cama. No podía creer que al final hubiese dormido tantísimas horas seguidas, sobre todo debido a que se había acostado sin probar bocado.

Con todo lo acontecido a su llegada Light no se atrevió a salir del dormitorio para buscar algo de alimento en la cocina, asustado por si se encontraba con alguno de los hermanos Lawliet. Uno porque parecía un vampiro sanguinario y el otro...bueno...no había calificativos "simpáticos" para Elle. No le agradaba, nada en absoluto. Jamás había dejado que nadie le mirase de aquella forma tan detestable como él lo hizo.

Eso solo ocasionó que gimotease entre dientes, hundiendo el rostro contra la almohada y sintiendo sus cabellos castaños revolverse sobre la tela. Que perezoso podía llegar a ser a veces.

― ¿Light? ¿Estás despierto?

Levantó la cabeza al momento, como si tuviese un resorte que se había activado de inmediato. Respiró tranquilo al reconocer la voz de Near al otro lado de la puerta.

―Ya voy. Ahora mismo salgo.

―No tengas prisa, solo quería avisarte de que el desayuno está servido en la cocina de la sala principal.

Light se sentó al borde de la cama, rascándose la cabeza mientras bostezaba. Sus tripas volvieron al ataque, avergonzándolo al hacer un ruido excesivo debido al hambre. Así que tampoco quiso hacerlas esperar. Alcanzando las maletas que había tirado de cualquier manera en una esquina del dormitorio, sacó de una de ellas ropa cómoda. Una camiseta en color verde oscuro y unos jeans azul marino que se habían convertido con el paso de los años en su prenda favorita.

Agradeció que dentro de su dormitorio "temporal" hubiese un pequeño cuarto de baño equipado con lavabo, espejo, inodoro y un pequeño armario para guardar enseres personales. Se aseó rápidamente, peinándose aquel cabello rebelde que ahora caía semi desordenado sobre sus ojos. Él se veía bien, y no iba a molestarse en pensar si aquel vampiro idiota pensaría lo mismo cuando se encontrasen.

Salió del dormitorio con cautela, sintiéndose un poco inseguro al darse cuenta de que a partir de aquel día su nueva vida comenzaba y no había manera posible de echar marcha atrás. Con el valor y el orgullo que pudo reunir, caminó con pasos lentos y suaves hasta la estancia central del apartamento fijándose ahora mucho mejor en todo lo que le rodeaba. Para él, no pasó desapercibida la falta de luz natural que había en el pasillo contrario al suyo, donde supuestamente estaba la zona de trabajo del mayor de los Lawliet. ¿Se habría despertado ya?

Se sintió jodidamente bien cuando llegó a la cocina que Near le había indicado sin tener que dar demasiadas vueltas, confuso cuando simplemente vio sobre la mesa un suculento desayuno con muchísima variedad de alimentos. Por suerte para él, todos dentro de lo normal. Dulces, tostadas calientes, diversos zumos naturales, café... Eso parecía más bien comida para mínimo cinco personas.

―Buenos días, Light.

Near había entrado sigilosamente, por lo que asustó al castaño casi como si fuese algo rutinario. Joder, Light no iba aganar para sustos a este paso.

―No sé si son muy buenos. Aún sigo aquí ― dijo, sentándose en uno de los laterales de la mesa. Sin pedir permiso comenzó a servirse un poco de todo, demasiado hambriento como para acordarse de que había dejado sus modales en algún sitio.

―Desayuna todo lo que puedas. Te espera un día ajetreado ― el albino se sentó frente a él, sirviéndose un par de tostadas y un café con leche.

Virgin Blood (+18) (AU Death Note L x Light / Vampiros / Licántropos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora