13. El vampiro que olvidó como amar.

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Cuando se cambió de ropa decidió echar un vistazo al interior del dormitorio. Light no pudo evitar morderse el interior de la mejilla, sujetarse con fuerza del marco de la puerta y sentirse idiota por soltar un quejido entre dientes.

Lawliet se había ido hacía tan solo dos horas. Y él, que no solía despertar tan temprano, estaba inquieto y nervioso. Desde la noche anterior cuando su estúpido cerebro lo había traicionado sabía que su vampiro estaba más frío que de costumbre. ¡Y eso era decir mucho!

Noir y Nieve maullaron a sus pies, haciendo que con una sonrisa se llevase al pecho esa bolita de pelo blanco que parecía crecer cada día un poco más. Caminó con los animales hasta la cocina, importándole poco que Noir se subiese a la mesa. ¿Qué más daba? Estaba a solas en el apartamento, esperando que de un momento a otro Matt o Mello entrasen por la puerta.

Sonrió cuando vio un montón de desayuno en la encimera de mármol, seguramente preparado por Near, como siempre. Se sirvió un buen zumo de naranja, un par de tostadas con mermelada y una pieza de fruta.

―¡Buenos días, principito! ― dijo Matt, que acababa de entrar en la cocina.

―He escuchado tus malditos pasos desde aquí. ¿Cuándo aprenderás a caminar como una persona normal? ― se quejó, llevándose el dedo a la sien al percatarse de que su dolor de cabeza aumentaba por momentos.

―Yo no soy normal― contestó el pelirrojo, alcanzando también parte de la comida que había cerca.

―¿Donde está tu novio vampiro? ― rió Light, chasqueando la lengua al darse cuenta del veneno en sus palabras. No estaba de buen humor.

―¿Y el tuyo? ―contraatacó Matt, sonriendo como un bastardo ―. Oh, ya. Trabajando para poder comprarte todos esos caprichos de mortal.

―Eres un idiota ―dijo con un quejido. Dejó que Nieve se subiese en su regazo, mientras Noir bufaba arisco al estar en presencia de Matt. Parecía que no terminaba de llevarse bien con el "chucho ".

―¿Qué te pasa? ―berreó Matt, masticando con la boca abierta como un bruto y dejando entrever sus colmillos. No eran tan finos como los de un vampiro; más bien gruesos y poco elegantes.

―Anoche le dije a Lawliet que estaba enamorado de él. Bueno, más bien lo pensé. ¡Ni si quiera puedo pensar estupideces en privado!

Frunciendo el ceño, Matt se relamió el labio a causa de la leche con cacao que se había servido. Se cruzó de brazos, mirando de forma crítica a Light.

―¿Lo estás? ¿Estás enamorado?

―¡No! ¡Claro que no! Solo fue un momento de debilidad... si, eso es ― mintió, tragando saliva. Estaba nervioso y las sienes le palpitaban. Además, seguro que también se había sonrojado como un idiota ―. Cuando follamos no controlo mis pensamientos.

Ugg... Pues no sé que decirte, principito.

Puso los ojos en blanco ante aquel apodo, chasqueando la lengua y bufando. Casi igual que Noir, que miraba con odio al pelirrojo. Se mantuvieron en silencio un rato, terminando de desayunar. El ruido de las cucharitas y los gruñidos de Matt eran lo único que lo distraían.

―¿Sabes? Yo no sé si Lawliet "te ama ". Los vampiros pierden parte de sus sentimientos mortales al convertirse en chupa sangre. Es como si los recuerdos y sensaciones de su vida anterior desapareciesen. Es triste, ¿no te parece? Lo único que puedo asegurarte es que de alguna forma has conseguido que Lawliet cambie su actitud desde que llegaste aquí.

Virgin Blood (+18) (AU Death Note L x Light / Vampiros / Licántropos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora