Virgin Blood (+18) (AU Death Note L x Light / Vampiros / Licántropos)

Epílogo

Nota de la autora: recuerden que antes del Epílogo hay dos capítulos nuevos publicados.

El tiempo era algo increíble. Para Lawliet, el transcurso de los meses siempre había supuesto una extraña tristeza que lo envolvía. Sobre todo antes de conocer a Light.

Pero con el japonés el paso de los años parecía una montaña rusa de una única dirección. Cuesta abajo y sin frenos, ya habían pasado juntos cuatro años llenos de sensaciones intensas y sucesos inesperados. Era divertido a la par que curioso como a pesar de ser vampiros condenados a tener que prescindir de sensaciones humanas, parecían dos idiotas enamorados. Cualquiera que los viese pensaría que solo eran una pareja mortal que vivía en una eterna luna de miel.

Se trasladaron a otro apartamento. Uno más lujoso y bonito en el corazón de París. Light, como siempre, se había salido con la suya al convencer a Lawliet de que en Francia todo era mucho mejor. Había tenido que enfrentarse a la furia de Beyond, hasta que el maldito chupa sangre se acostumbró a los dulces franceses y a convivir junto a Near de una forma más intima, en un apartamento del mismo edificio que el de su hermano. Incluso Matt y Mello accedieron de buena gana, relajándose un poco ahora que vivían en un lugar donde eran completos desconocidos ante los demás.

Lawliet continuó con el proyecto de la Virgin Blood, aunque ascendió a Mikami para que estuviese al mando de la revista en la sucursal neoyorquina, asegurándose de que todo marchaba correctamente. En París volvió a poner en marcha su propia empresa, obteniendo unas ganancias muy suculentas que aumentaron de forma considerable su riqueza. Light siempre bromeaba con que podrían llenar al menos siete piscinas solo con billetes de cien dólares.

Aquella noche, Light estaba frente al enorme ventanal de la sala de estar, el que poseía unas preciosas vistas a la Torre Eiffel. Sus gatos jugaban entre ellos, saltando de un lado a otro del sofá mientras maullaban. Los mininos se acostumbraron rápido al nuevo apartamento, e incluso ya toleraban del todo la presencia de Lawliet a su lado. A pesar de que el vampiro no podía dejar de advertirle a Light que esos gatos comían demasiado y eran algo obesos. Pero eso al japonés no le importaba porque Noir y Nieve eran los animalitos más adorables que había visto nunca. Aunque a veces bufasen o siguiesen desconfiando de Beyond.

Observó el reloj, caminando hacia el dormitorio para esperar a su vampiro. Lawliet no tardaría mucho en llegar a casa.

En cuanto Matt y él salieron del vehículo, el pelirrojo sonrió satisfecho, llamando así la atención de su jefe.

―¿Qué ocurre? ― preguntó Elle, entrando en el edificio.

―Pensaba en lo mucho que me gusta París. ¿Te has dado cuenta de que ningún vampiro francés parece juzgar mi raza? Es genial poder ser un licántropo sin tener que preocuparme de si mi culo corre peligro o no.

―Light acertó con lo de trasladarnos aquí.

Matt asintió ante eso. Intentó mantener el silencio durante unos minutos mientras tomaban el elevador, pero fue inútil.

―Esta noche es especial, ¿verdad? ― cotilleó, sonriendo con picardía.

―Lo es ― asintió Lawliet, sin poder evitar ponerse algo nervioso.

Los mortales solían celebrar aniversarios, fechas especiales como la primera cita, el primer beso, el día de su boda... Para los vampiros aquellas celebraciones eran prácticamente inexistentes, excepto si se trataba de Light y Elle. Porque celebrar el primer mordisco no era muy normal.

―Aún recuerdo lo asustado que estaba Light en aquella fiesta. No dejó de preguntar cosas acerca de ti.

Salieron del ascensor, caminando por el largo pasillo que conectaba los apartamentos. Lawliet se encargó de pagar muchísimo dinero por no tener vecinos a su alrededor. Sobre todo por su hermano, ya que Beyond seguía siendo el mismo chupa sangre psicópata que de costumbre. Bueno, y también porque adoraba que Light gimiese sin que le importase molestar a otra gente.

Se despidió de Matt en cuanto llegaron a sus respectivos hogares. Lawliet cerró la puerta a sus espaldas y sonrió como un bastardo. El aroma de Light estaba impregnado por la estancia, haciéndose más notorio cerca del dormitorio. No perdió el tiempo cuando se dirigió hasta allí, encontrándose al japonés ladeado sobre la cama, con las finas sábanas de seda cubriendo su entrepierna y los colmillos asomando entre sus labios.

―Has tardado ― se quejó, haciendo un falso puchero con los labios.

―Si me recibes así, vale la pena la tardanza ― siseó, muy excitado al verlo de aquella manera. Se desnudó tranquilamente, poniendo a prueba la paciencia de Light.

―¡Ven de una vez! ― se quejó el otro, poniéndose de rodillas en la cama. Poco le importó mostrar su desnudez al completo.

Lawliet obedeció, tumbándose sobre Light y besando su cuello sin dejar ni un solo rinconcito sin abarcar con los labios. Rió entre dientes, rozándolo con los colmillos y divertido ante sus inocentes gemidos.

―¿Jugamos? Podemos fingir que soy un inocente y delicado mortal que ha caído en las garras de un vampiro... ― susurró, abriendo más las piernas para que Lawliet se acomodase entre ellas.

―Uhm, interesante... Un vampiro sensual y poderoso.

―Un vampiro egocéntrico y viejo.

Renegando pero divertido, Lawliet se hundió dentro del cuerpo de Light, penetrándolo de una sola vez. Quizás para castigarlo por su insolencia, pero haciéndolo disfrutar por su posesividad. Le encantaba deslizar la mirada y darse cuenta de la impresionante vista nocturna de París mientras Light gemía bajo su cuerpo, pedía por más y repetía una y otra vez lo mucho que lo deseaba. Tampoco faltaban los te amo, entre caricias y mordiscos.

Porque la inmortalidad nunca había sido algo tan dulce.

Notas de la autora:

Oh, no puedo creer que haya podido publicar el final de esta historia. Nunca quise que fuese excesivamente extensa, la verdad. Incluso el final iba a ser completamente diferente, pues Light moriría a manos de Lawliet. Pero no sé que ha pasado con esta historia que he amado mucho escribir cada capítulo, sobre todo las personalidades de ambos. Me gustan la tristeza y el drama, pero he sido incapaz de asesinar a nuestro principito. ¿Me estaré volviendo una sensible de cuidado?

Espero que les haya gustado, a pesar de lo que pudo haber sido y no fue. Porque a mi me encanta cada uno de sus capítulos pero soy consciente de que tengo otras historias mejores. ¡Ojalá pueda traerles una nueva de temática oscura muy pronto!

Gracias por leer, comentar, votar... Pero sobre todo, gracias por vuestra paciencia.