Virgin Blood (+18) (AU Death Note L x Light / Vampiros / Licántropos)

10. Un poco más sobre ti.

Lawliet se preguntó si debido a todos sus años de vida como vampiro, habría olvidado como se sentía ser un simple mortal.

Tres meses junto a Light. Semanas enteras de discusiones, reconciliaciones entre sábanas y dejar que aquel muchacho que pensó que sería tranquilo, le tratase como a un igual y le convenciese para hacer cosas tan absurdas como tener citas románticas en parques destinados a los paseos en pareja.

No podía quejarse de su vida actual, porque en el fondo le encantaba todo eso que estaba descubriendo junto a él. Lawliet llegó a pensar que siempre estaría solo, que nadie sería adecuado como compañero de sangre; pero el apellido Yagami no era desconocido en su mundo, por lo que tomó la decisión de arriesgar a la hora de firmar un acuerdo. ¡Y vaya si acertó! Aparte de ser uno de los vampiros más respetados, era uno de los más envidiados en cuanto a compañero.

La publicación de la "Virgin Blood " vendió millones de copias por todo el mundo. La tentación de ver el reportaje fotográfico del compañero oficial de Elle Lawliet creó una expectación que se reflejó en las ventas y tiradas de la revista, convirtiendo a Light en el mortal más famoso ahora mismo entre los vampiros. Les invitaron a fiestas y eventos sociales, todos queriendo conocer en persona y más de cerca al dulce chico que era propiedad de Lawliet, olvidando lo desapercibido que pasó en aquella primera fiesta a la que asistió frente a la sociedad más influyente.

Eso elevó el ego y el orgullo de Light, que con la cabeza alta, se aseguraba de mostrarse apegado a Lawliet sin soltarle ni dos segundos. Sobre todo cuando veía vampiras a su alrededor, preparadas para arrebatar la atención de su vampiro frente a cualquier descuido. Esos gestos celosos hacían que Elle se divirtiese cada vez que salían.

Y aún así él seguía asistiendo a su club privado, destinado solo a los vampiros. Estaba prohibida la entrada de mortales o licántropos, siendo un sitio de reunión donde se firmaban acuerdos y se llevaban a cabo tratos algo peligrosos. Jamás expondría a Light en aquel lugar, por mucho que algunos le suplicasen que lo llevase junto a él.

―¿Cuándo traerás a tu mortal por aquí?

―Nunca ―respondió, dándole un trago a su copa de sangre mientras las dos vampiras que había a ambos lados de su cuerpo le acariciaban el cabello ―. Siento arruinar vuestras esperanzas con eso. Pero es mío.

―Oh, no te enfades, Lawliet. Nosotras solo queríamos ver si de verdad es tan dulce como dicen.

―¿Dulce? ― rió, pensando en todas las palabras mal sonantes que Light solía decir al cabo del día. De dulce tenía poco, excepto cuando se quedaba dormido en el sofá apoyado en su cuerpo tras ver una de esas películas que Lawliet detestaba ―. Te sorprendería.

Dejó la copa vacía a un lado, con el paladar agrio por el maldito sabor de aquella sangre. Se había acostumbrado demasiado a la de Light las últimas semanas. Al fin su mortal le había cogido el gusto a los mordiscos, pidiéndole incluso en mitad del sexo que le mordiese el cuello. Se excitó al pensarlo, sonriendo de medio lado y poniéndose en pie.

Salió de allí sin despedirse, subiéndose a su limusina donde Mello lo esperaba. Había dejado a Matt en el edificio cuidando de que nadie intentase hacer nada extraño, sobre todo ahora que todos querían acercarse a Light.

―¿Todo bien? ―dijo el rubio, poniendo en marcha el vehículo ―. Has estado solo unas horas ahí dentro cuando sueles pasar gran parte de la noche.

―¿Tienes algo que decirme? ― dijo, arqueando la ceja.

―Solo que es curioso, nada más. No gruñas, bastante tengo con un perro a mi lado.

―Conduce y guarda silencio.

Mello no pudo evitar reír ante eso, sobre todo cuando notó la inquietud de su jefe. Lawliet a lo mejor no se había dado cuenta pero cada día volvía más pronto a casa o pasaba mucho más tiempo junto a Light. Al final iba a resultar que el corazón muerto de aquel vampiro parecía volver a latir gracias a cierto muchacho.