XX. Ocultos

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"Tengo que volver", decidí esa mañana tras meditarlo tranquilamente durante algunas semanas.

Si quería volver a ver a Mária, tenía que volver, pero no quería quedarme ahí. Si me quedaba no tenía ninguna clase de futuro seguro ni para mí ni para ella. Sin embargo, tampoco quería que ella se enfrentara con algo tan extraño como le resultaría el 2017.

Tenía que buscar una realidad en la que ambos pudiéramos vivir. Algo justo para nosotros, es decir, un lugar en el tiempo.

A lo largo de la historia había habido cientos de guerras, revelaciones, movimientos, enfrentamientos, epidemias, de todo. Millones de muertes salieron de eso. Dolor y muerte. Seguro que ninguna de esas personas disfrutó del caos. Pero en mi caso, tenía la suerte de conocer la historia.

Conocía los años, los peores años, los años tranquilos, los lugares habitables y los lugares destruidos.

Quizá tuviéramos que mudarnos, pero al menos podríamos tener una vida feliz y tranquila. Sólo debía lograr llegar hasta el siglo XVII, encontrar a Mária, regresar al 2017 y luego partir a una mejor vida.

No me sentía capaz de hacerlo solo, pero tenía que, porque León lo había olvidado todo con el paso de los años.

Él no recordaba que había construido una máquina, ni siquiera recordaba que él inventaba cosas. Era un caso perdido.

Era como si la vida tuviese una clase de complot contra mí. Estaba en la universidad acabando mi carrera, mi madre había muerto hacía un par de años, mi hermana me odiaba porque yo odiaba a su novio, no me había esforzado en entablar ninguna clase de relación afectiva con ninguna persona, y fuera de León, no tenía ningún otro amigo. Tras los años, me había vuelto verdaderamente innecesario. Nadie me extrañaría y en tal momento me pregunté cómo había seguido la vida sin Mária.

Pero... ¿Y si ella tenía una mejor vida?

Podía llegar justo al día siguiente de haberme ido. Sería difícil fijar la fecha exacta, pero al menos un par de semanas serían toda la diferencia. Y así, no tendría que haber ningún cambio. ¿Qué tanto cambio podría haber con la desaparición de un noble? Después de todo, la gente desaparece todo el tiempo, ¿no?

Aunque, por otro lado, quizá a una chica de 14 años no le haría tanta gracia salir con un hombre de 24...

Quizá y al final debería tratar el dirigirme a 6 años después... Si a ese momento interfería en una vida feliz para Mária, me regresaría y ya vería entonces qué hacer. No obstante, si sus sentimientos seguían intactos, yo sería la persona más feliz del mundo.

Por fin la vería.

A falta de tener planos, el construir la máquina me resultó mucho más difícil que la vez anterior.

Tuve varios intentos fallidos porque a veces regresé una semana antes de conocernos, o en el peor de los casos: años antes de que naciera.

Finalmente, mi plan inicial no se concretó, porque después de fallar 4 veces, la encontré por accidente. Fue en un año en el que pude ver a una Mária pequeña y solitaria.

Entré en el portal y salí como empujado por una energía más fuerte y distinta de la normal y fue precisamente eso lo que me hizo tropezar con ella. Literalmente, tropezar.

— ¡Ay! —chilló.

—Lo siento, lo siento —me hinqué para calmarla.

—Me pateaste.

—Sí, pero fue un accidente. Lo lamento.

—Me, me tiraste de una patada. Apareciste de la nada y me tiraste —seguía llorando.

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