Allí estaba yo mirándome al espejo en mi habitación.
No había duda. No había ni una sola duda. Estaba embarazada.
Y lo que más claro tenía aún era de quién era... De Demian.
Sin quererlo una sonrisa surcó mi rostro.
¿Cómo le podría decir a ese ojiverde que iba a tener un hijo? ¿O no le decía? Nuestras vidas se complicarían un poco si el mundo supiera que lady Mária y Demian habían tenido un hijo... Pero no era algo que le pudiera ocultar... Era su hijo, tenía derecho a saberlo.
¿Y si él no lo quería saber? ¿Y si todo el tiempo sólo se había tratado de un entretenimiento? No, Demian me amaba.
Claro que me amaba, pero... Podía no amar el tener un hijo. Pero si sí...
Imaginé un montón de cosas bellas. Los 3 viviendo lejos de los palacios y los títulos.
Un amanecer. Demian y yo. Que Allison nos despertara. Sí, sería una niña, lo sabía. Por supuesto que debía discutir el nombre con Demian, pero seguramente él iba a estar de acuerdo conmigo porque él siempre está de acuerdo conmigo.
Un desayuno. Yo cocinaría. Claro, primero debía aprender a cocinar, pero ¿qué tan difícil podría ser? No... Mejor que Demian cocinara, sí... Él sabe cocinar...
Un paseo a medo día. Iríamos al pueblo, o más allá de donde nuestros ojos alcanzaran a ver. Allison y yo compraríamos vestidos y listones mientras que Demian conversaría con amigos del pueblo.
Un juego en el jardín por la tarde. Allison decidiría el juego, y Demian y yo le seguiríamos la aventura.
Una media tarde. Demian estaría escribiendo mientras que Allison y yo aprendíamos a cocinar. Podía tener a Demian para hacer los desayunos, pero él también necesitaba su tiempo de escribir y Allison y yo debíamos aprender a ser mujeres de hogar.
Unas lecciones para Allison al anochecer. Yo le enseñaría idiomas y Demian le enseñaría a tocar el violín y el piano. Eso probablemente molestara a Allison, pero más tarde o más temprano nos lo agradecería.
Una noche. Allison ya estaría durmiendo y Demian y yo nos quedaríamos despiertos un rato más. Conversando, bailando, besándonos...
Y ése sería un día normal en la vida de la familia De Montenegro.
¡Era cierto! Mi apellido cambiaría... ¿Podía sonar acaso de un modo más bello el nombre Mária acompañado del apellido De Montenegro? Mária de Montenegro. Me gustaba.
—Hey, Mária, Vladimir ya llegó, está esperándote allá abajo y... —entró Alexia cual si nada en mi habitación.
— ¿Qué va mal contigo, imbécil? —grité cubriéndome con lo primero que encontré—. ¿Acaso no te enseñaron a tocar?
—Sí, pero... ¿Estás embarazada?
—Por supuesto que no —me apresuré a vestir.
—A mí no intentes engañarme. Estudié enfermería.
— ¿Y qué? ¿Por eso ya sientes que sabes todo?
—No todo, pero al menos algo sé... Y tú estás embarazada.
—Deja de decir estupideces.
—No son estupideces. ¿Cuándo crees que nacerá?
—No soy adivina.
— ¡Acabas de admitirlo!
—Pues no le digas a nadie. Si alguien se entera ya sé a quién voy a mandar matar.
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Viajantes
FantasyUn ser con habilidades extraordinarias se encontraba solo y aburrido en algún lugar. Para matar su hastío creó una senda y esperó. Ésta en realidad era una senda que NO debía ser recorrida por nadie, a menos que no le importase dar su existencia par...