Cap. 16

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Pulso el número tres del ascensor para que me lleve a mí respectivo departamento mientras estoy de pie sobre él viendo hacia el suelo cruzado de brazos reflexionando, no en Manu, sino sobre mis sentimientos.

Pero lo peor es que esto me pasa ahora, o sea, ahora estoy con el tío más guapo de mi instintuto y el jugador de tenis juvenil más guapo de la faz de la tierra; y después estoy con un tío por el cual me derretía con tan solo ver una foto suya en Instagram. No, eso no es lo peor, lo peor es que le he sido infiel a mi novio, a ese tío que quiero en verdad.

Llego a la respectiva planta donde me bajo, abro la puerta de mi apartamento y desde ahí la cierro y voy directo a mi habitación para tirarme a mi cama y gritarle a la almohada y cuando llego me encuentro a mi hermana sentada ahí, en mi cama.

—Tienes una habitación justo al lado de la mía.

—Lo sé todo —lo dijo enfatizando la última palabra.

—¿Qué sabes loca? —frunzo el ceño.

—Bueno, es mejor que, por tu bien, cierre la puerta —al decir eso, se levanta y respectivamente cierra la puerta —. Fer, ¿por qué no me dijiste que le eres infiel a Patrick? —trago por inercia.

—¿Qué-qué?

—Fernando, baje al parque un momento después de ti y te vi besándote con nadie más y nadie menos que Manu Ríos. O sea, ante todo, ¿por qué coño no me dijiste que conocías a tal macho? O sea, me hieres, qué mal hermano eres. Además, Fer, quiero que me explique por qué estás con él y con Patrick a la vez... A ver coño, yo sé que eres puta y todo el rollo, pero mi niño, Patrick está buenísimo —ella se cruza de brazos y yo suspiro y después empiezo a hablar.

—Pues yo conocí a Manu en Pull and Bear y de ahí forjamos una «amistad», a Patrick no le agradó la idea porque una vez en una discoteca me encontré a Manu, le saludé y todo eso, y cuando yo ya me iba con Patrick, en su coche, él y yo nos empezamos a besar y mientras el besaba mi cuello, yo estando borracho, gemí el nombre de Manu... Desde esa cagada que hice digamos que «no debo» ver a Manu, cosa que no cumplí. Pues resulta que un día... —ella se sienta porque sabe que esto va para largo —... Manu me dice no tal, ya no nos podemos seguir viendo porque tú estás en una relación y no quiero afectar en ella, cosa que él no cumplió tampoco... que te puedo decir, somos tal ora cuál... Y bueno, al finalizar una sesión, yo le digo a Patrick, no tal, espera en el coche porque yo voy un momento al baño, el accedió y yo me fui al baño; hice lo que tenía que hacer y cuando voy a salir para lavarme las manos y justo me lo encontré ahí donde el me acorrala en la pared y me dice no tal, «te necesito» y yo Marcia te puedo decir que los nervios que yo tenía no eran normales y marica, ahí mismo en la pared donde él me acorraló, el carajo me besa y precisamente como tú dijiste, por lo otra que soy, le correspondí, terminamos de besarnos, él se fue, yo lo sabía con qué cara le iba a llegar a Patrick, pero equis. Le escribí hoy diciéndole que le veía en ese parque para hablar las cosas, y sorpresivamente si hablamos y yo le dije no tal, espérame y él me dijo que vale, esperaré por ti, porque es que marica... —me tapo la cara por la frustración y me tiró a mi cama, boca abajo, para grita —... Manu en verdad me gusta.

—¿Y Patrick? —alza una ceja.

—También —rueda los ojos —. ¿Tienes algún consejo que darme?

—No, en verdad no, odiaría estar en tus zapatos. Es que Dios mío, o sea, Manu y Patrick son guapísimos como nadie y por lo que he conocido a Patrick es un tío muy simpático y Manu se ve una persona alegre. La ventaja de Patrick es que es británico y Dios mío, eso le da muchos puntos. También... —le interrumpo.

Cómo Es [¿Cómo Sería? Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora