Siento que ruedo y mi apropio de toda la cama, lo que se me hace raro, juraba que algo pasó anoche...
—Ay Dios... que no haya sido uno de esos sueños realistas porque la verdad ese dolor fue demasiado real como para ser mentira —dije básicamente para mí mismo.
Me levanto y Dios mío, no fue un sueño, estás caderas duelen como mil infiernos ¿Con qué clase de animal tuve sexo anoche? Voy hacia el baño de la habitación a bañarme y hacer todo lo higiénico que no hice después de la acción, muy asqueroso por mi parte.
Me baño, me lavo los dientes y confiado de que afuera no estaría nadie, salí desnudo de éste; pero como siempre, me equivoqué y por inercia me tapo con la toalla que tenía en mi mano.
—¿Por qué te tapas? —me pregunta Manu.
—La vergüenza que no tuve anoche, la tengo ahora —aclaro.
—Venga ya Fer —sin más me atrapa entre sus brazos y pecho. Se acerca a mí oído y me susurra —. Nunca te avergüences del glorioso cuerpo que tienes —y al terminar sus palabras se aproxima a dejar pequeños besos en mi cuello que me deja en un trance que no se me quita por lo menos en un minuto.
Lo que hago es llevar mis ojos a una órbita diferente y gemir por la sensación labial que mi cuello padece.
—Ma-man-nu no a-aho-ra por fav-vor —y se separa de mí.
—Vale, vale. Emm, vístete, en verdad vine porque mi madre me mandó a llamarte, pero provocas demasiado.
—Idiota —me ruborizo y éste se va triunfador.
Me arreglo para ver a la familia de Manu, que por lo que vi, iban a tomar el desayuno en el patio trasero de la casa.
Bajo y me encuentro con la madre en la cocina.
—Buenos días Fer —me dice ella.
—Hola Manoli ¿Qué tal?
—Bien gracias. Manu me dijo que ayer te dormiste de la nada y por ello no pudiste venir a comer con nosotros. Él se quedó anoche contigo, por si no te percataste.
—Señora, usted no tiene idea— pienso —. Si, tal vez por las pastillas que me estoy tomando —le digo.
—Ah, vale mi niño, no pasa nada —me da una sonrisa y yo le doy una a ella igual.
—¿Te ayudo con algo en la cocina?
—No no, ya está casi todo listo. Mejor vete a sentar, te están esperando —asiento y voy al recinto.
Llego al jardín y en la mesa hay un total de seis sillas, hay tres desocupadas, una está precisamente al lado de la de Manu, por lo que claramente me voy a sentar en la silla que está al lado de la de Manu; pero cuando me voy a sentar noto como algo se atraviesa entre mi culo y la silla, Francisco.
—Oh, me iba a sentar ahí —le digo de la manera más grata posible por no decirle todo lo que sentía en mi interior.
—Me he sentado yo primero— me mira triunfador hasta que el padre de Manu le replica.
—Francisco, levántate que le has quitado el lugar a Fer —dice Julián y con toda la rabia del mundo Francisco se levanta y se va a sentar al lado de Josemy y yo me siento al lado de Manu triunfador para después dar los buenos días y ver cómo Manoli traía la comida.
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Cómo Es [¿Cómo Sería? Parte 2]
FanfictionSegunda parte de la novela "¿Cómo Sería?" Contenido LGTB.