Narra Cameron.
Llevamos casi diez meses con Ana. Hemos pasado muchas cosas, pero siempre nos volvemos a elegir. Es una persona muy dulce, tiene su carácter, pero detrás de esa coraza que ella misma se hace esta la pequeña Ana dulce, sensible, de un corazón enorme.
Nos vemos muy poco, ella trabaja en el mercado de la gasolinera, mientras que yo estoy en el viejo teatro de la ciudad, haciendo prácticamente todo. Desde atención al cliente a extra en alguna obra. Quiero ser actor el día de mañana, y estar sentado aunque sea en un escenario sin hacer ni decir nada me ayuda mucho.
— ¿en que lo puedo ayudar? — dijo sin levantar su mirada de la caja registradora.
— ¿Cuánto me cobra un beso? — contesté. Ella levantó la mirada enseguida y sonrio.
Cerró la caja registradora y fue hasta el final del mostrador, abriendo una pequeña puerta de madera y viniendo hacia mi. Nuestros labios se encontraron después de prácticamente una semana.
— Que sorpresa Cam — dijo sonriendo.
— ¿Como estas? — pregunté — ¿Que comiste estos días? Estás mucho más linda.
Ella sonrio una vez más. Me abrazo fuerte y volvimos a basarnos. Extrañaba sentir su perfume. Se alejó de mi y volvió a su lugar de trabajo, ya que habían entrado clientes. Aproveché para caminar por los pequeños pasillos de las góndolas y buscar algo para comer, ya que en quince tenía que volver al trabajo.
Volvía al mostrador con una gaseosa y un paquete de papás fritas. Ella atendía a los clientes.
— ¿Puedes darme tu número? — dijo el muchacho.
Ella no contesto. Y siguió haciendo su trabajo.
— Si quieres te doy el mío — insistió una vez más — ¿Tienes novio?
— Si, si tiene — dije apoyando las cosas en el mostrador.
— Cameron — dijo ella enseguida — por favor déjalo.
El chico algo confundido pago, agarró sus cosas y salió junto a los que estaban con el. Ella sólo me miro y agarro del mostrador lo que yo había elegido y los puse en una bolsa. No decía nada, sus ojos estaban en sus manos y en su trabajo.
— ¿Algo más? — pregunto levantando su mirada.
— Ana no podía dejar que haga eso delante de mis ojos, además no hice nada malo — dije.
— Cameron ya esta — paso su mano por su rostro para llevarse un mechón de pelo que molestaba su vista.
— Debo irme a trabajar pero si quieres a la noche puedo ir a verte — deje el dinero en el mostrador y tome la bolsa — te quiero.
Ella sonrio. Me acerqué intentando llegar a ella para darle un beso, apenas rozamos nuestros labios y me marché.
Llegue al teatro y fui directo al pequeño vestuario que teníamos, ahí estaba el gran Willy, que ataba sus cordones de sus viejas zapatillas.
Willy llevaba años trabajando en el teatro. Siempre se ocupaba del mantenimiento general del teatro. Era un hombre bastante grande y todos allí lo querían, nos hicimos grandes amigos.
— Ey niño — dijo y paso su mano por mi cabeza logrando despeinarme.
— ¿Cómo anda Willy? — dije riendo y acomode un poco mi cabello.
— Muy bien — sonrio — hoy tenemos un día bastante largo.
Salió del vestuario. Me cambié de ropa y salí en dirección a la sala principal.
Estaba presente el grupo del profesor Quinto, ensayando para la gran obra que habían preparado para esta noche.
Maldición.
Cameron (17:23)
Lo siento Ana, olvide que hoy hay una función y debo quedarme luego del final.(Visto 17:25)
ESTÁS LEYENDO
El amigo de mi hermano [2da temporada] - Cameron Dallas.
FanfictionCameron piensa en su futuro e intenta ser el mejor novio. Muchas cosas se interponen en la relación de Ana y Cameron, intentarán salir adelante... ¿podrán? [ #59 en Cameron] [ #40 en Dallas]