EXPERIMENTOS Proyecto Escape Libro 1 | DISPONIBLE EN FÍSICO |

CAPITULO XX LA PRUEBA

—Vamos Doce —desde que inició la mañana Holly ya no era la misma conmigo.

Ella me hablaba fríamente sin dirigirme la mirada, al ritmo que ambos caminábamos en medio de la jungla y no contestaba ninguna pregunta que le hiciera, como sí estuviese demostrando su enojo hacía mi a través de la frialdad.

Y no la culpaba.

Después de que Lex descubrió el error en mi mentira Holly y Kai comenzaron a tratar de defender mi historia, porque sabían lo que era estar atrapado. Incluso Kai nos comentó de una ocasión en la que tuvo un enfrentamiento similar con un raptor, durante su primera semana, lo cual orilló a que Lex me hiciera más preguntas relacionadas con ese tema.

Mi vi obligado a responder mentiras que al principio sonaban coherentes, pero las preguntas aumentaban y comenzaban a tener una concordancia que desconocía, lo cual me obligó a usar historias que ya no eran tan convincentes.

Kai y Holly sabían que yo era incapaz de hacer cosas como subirme a los arboles o encender antorchas con ramas, lo que ocasionó que poco a poco me fuera hundiendo yo mismo entre mis mentiras.

—Camina más rápido —por esa razón tuve que ceder ante el chantaje de Lex—, que los demás nos están esperando —ya que era la única alternativa que tenía para recuperar la confianza en mis amigos.

—Sí, Holly.

Y la verdad era que no tenía otra elección.

Lex me advirtió que solo podía demostrar la verdad era cazando a una creatura con las mismas cualidades de un aborigen, de lo contrario les tendría que decir la verdad.

Esa noche Holly se quedó a cargo de la vigilancia.

Cuidó de que no me moviera y estuvo al frente de mi hasta que amaneció. En cuanto desperté me di cuenta de que solo estábamos ella y yo.

Kai y Lex se habían ido a un punto, que solo ellos tres conocía, y nosotros debíamos de estar ahí en cuanto yo me despertase. Eso les iba a dar algo de tiempo para prepara mi dichosa "sorpresa".

No sabía a lo que se referían con eso pero tampoco me sentía seguro.

Nunca en mi vida había podido enfrentarme a una cosa más grande que yo y ahora estaba por hacerlo.

¡Y yo no sabía cómo matar!

¡Ni siquiera tenía una idea de cómo usar los cuchillos!

—Muy bien, Doce. Aquí es —Pero quien iba a decir que en realidad ese temor solo iría a ser el verdadero comienzo de una sorpresa más grande.

Holly me llevó hacía un punto profundo del bosque.

En el camino no nos topamos con ningún tipo de animal salvaje en el camino pero sí pude ver a diferentes tipos de aves que se apartaban al momento de verme, como sí tuviesen miedo.

Kai y Lex nos estaban esperando a lado de un roble, mirando detenidamente hacía el otro lado, sin hacer el menor ruido.

—Ya llegamos, chicos —dijo Holly—. Estamos a buena hora.

—Yo diría que sí —Kai parecía estar emocionado, como sí estuviese viendo a la cosa más increíble del mundo—. Lex y yo hemos estado cuidando toda la mañana.

—¿Cuidando? —y eso me dejó a mi con algunas intrigas—¿Acaso ustedes...?

—¡No! —pero Lex me interrumpió antes de que dijera una tontería— ¡No nos referimos a un aborigen!

—¿Entonces?

—A otra cosa.

—¿Y qué es?