Por fin tenía la respuesta y, a pesar de que no había sido la que tanto deseaba, me sentía lo suficientemente capaz como para elegir el único camino que tenía...
...la rebeldía
—Ya estas listo —Trent estaba cerca de mi, mirándome con esos ojos de desesperación, ya que de mi dependía su única oportunidad para recuperar a Lex.
—Sí.
—Entonces en marcha.
Y en esta vez no me sentía dispuesto a arrepentirme.
Ambos estábamos listos.
Yo llevaba puesta la mi ropa de exiliado, con los mismos detalles que tenía cuando llegué aquí y Trent estaba preparado con una mochila repleta de provisiones, un pequeño kit de emergencia y un par de armas con la forma "V".
Él me dijo que se llamaban "Boomerangs", una antigua arma con la capacidad volar hacía gran distancia y regresar a la mano de su dueño en cuestión de segundos. Pero para mí más bien parecía ser un simple pedazo de madera.
—¿Y Estas seguro? —un insípido detalle que no serviría de mucho. Sin embargo Trent —oh por Dios— la arrojó para probarme lo contrario—No lo puedo creer.
Verlo me dejó sin palabras.
El boomerang voló hacía una pequeña lámpara, que estaba ubicada a quince metros de nosotros.
Verlo romper el cristal y regresar a la mano de Trent fue una de las experiencias más impactantes que haya tenido en mi vida.
—Solo es cuestión de tener habilidad en la muñeca. Pero una vez que la desarrollas no la olvidas, como andar en bicicleta.
—Vaya. Ojala algún día aprenda a andar en bicicleta.
Pero lo que más me sorprendió fue la distancia.
Trent me llevó a una bodega de almacenamiento que estaba conectada con una salida de emergencia. Ahí el espacio superaba los treinta metros de altura y el lugar estaba repleto de equipo pesado como montacargas, cajas de madera o incluso armas. De hecho Trent me informó qué debía de tener cuidado con algunas cosas.
Afortunadamente todo estaba sellado.
Nosotros íbamos hacía una salida que conectaba con el lago de la Rosa, uno de los pocos lugares que tuve la buena suerte de poder conocer sin problemas, lo cual para mi era bueno.
Desafortunadamente Trent tenía un plan con un ligero problema.
—Muy bien, Doce, recuerda. Una vez que estemos ahí las cosas serán muy diferentes, ya que la noche nos esconde muchas sorpresas. Así que trata de seguir las reglas.
>>Regla No.1 Nunca mires hacía atrás, créeme es muy fácil perderse.
>>Regla No. 2 Vigila bien tus caminos, por lo general suele haber animales nocturnos que se asustan fácilmente y gritan como locos, eso es lo que atrae a los peligrosos.
>>Y Regla No. 3 sí algo me sucede tu sigue corriendo hasta llegar a la cueva.
—¿Cómo que seguir?, sí tu eres el único que...
—Sí, lo sé. Pero recuerda que tú eres lo más importante. Lex cree que morí, sí se entera que no es cierto, antes de que le quite el chip, su sistema liberará una fuerte emoción hacía su corazón. Eso ocasionará que su chip emita una intensa frecuencia capaz de romper el campo que la protege.
—Pero ¿Y qué hay de ti? También eres el único que sabe cómo quitar los chips.
—No te preocupes por eso. Yo llevo más de un año viviendo aquí, amigo. Créeme conozco a la cada rincón a la perfección.
—¿Y sí te pasa algo?
—Estaré bien, no te preocupes por mi. Tú solo debes de preocuparte por llegar. Yo te estaré protegiendo, pero sí pasa algo sucede vas a tener que recurrir a tus propios medios —Ojala hubiese sabido cómo hacerlo— así que recuerda. Vas a ir a la cueva, fingirás mucho dolor, permitirás que Holly te cure y sí preguntan algo le dirás que escapaste. Puedes contarles que te llevaron a su tribu e incluso lo de la jaula de bambú. Pero a partir de ahí es cuando vas a tener que mentir. Diles que en la jaula encontraste un hueso lo bastante filoso como para poder cortar las sogas y que lo clavaste sobre el cuello del guardia para escapar. Holly y Kai no dudarán en creerte, pero Lex es muy astuta. Así que trata de no ponerte nervioso, eso es lo que suele delatar un mentiroso.
—Está bien.
—Y no balbucees. Eso también delata.
—Muy bien —todo parecía estar listo.
Sabía que ya no había marcha atrás.
Incluso intenté imaginar que salir de noche iría a ser lo mismo que hacerlo durante el día, pero ya tenía mis propias advertencias.
La Zona poseía el control absoluto sobre los Aborígenes, ya que eran miembros clonados con un sistema fácil de manipular. Obligarlos a trabajar durante la noche para encontrar a los otros Sujetos iba a ser el mayor de nuestros problemas, porque ellos solían viajar en grupos de tres a quince personas. También estaban los dinosaurios, las arenas movedizas y sobre todo las plantas venenosas.
Ambos nos dirigimos hacía la salida de emergencias que conducía a una cueva oscura. Trent tomó de mi mano para que no me perdiera y caminé con sumo cuidado hasta llegar a la salida.
El hermoso Lago de la Rosa.
—Oh por Dios —sin duda era hermoso. Su exterior, como también la cascada —no puede ser —ya que verla me hizo darme cuenta de donde habíamos estado todo el tiempo— ¿Acaso nosotros...?
—Así es Doce.
—¿Y tú?
—Sí, Doce. Todo lo que es esta cascada y lago cubren es el terreno de la guarida.
—Ahora entiendo por qué te desespera tanto salvar a Lex.
—¡Hey! tú mismo me dijiste que era mucho espacio para una persona.
No podía negarme.
La guarida era enorme, pero nunca imaginé que lo fuera tanto.
—Por cierto —y Trent todavía tenía algunas de sus sorpresas esperándome— debes ponerte esta capa.
—¿Por qué?
—Es de mucha utilidad. Durante el día nos protegen, en caso de ser vistos por los Aborígenes, ya que su color se combina fácilmente con los arboles.
—¿Entonces cuando nos ven creen que somos árboles?
—Aja.
—¿Pero cómo?
—Recuerda que son tontos, ellos creen lo que sea. Ahora, volviendo al tema, esta capa es muy útil en ambos tiempos. En las noches uno se puede esconder entre las sombras, como si fuese una. De ese modo podemos pasar desapercibidos en cualquier lugar, siempre que no hagas mucho ruido. Así que repacemos la fase 1. Vas a llegar, te mancharas el rostro con lodo y vas a usar tu cuchillo para rasgarte.
—Pero no tengo cuchillo.
—¿Qué?
—Benneth me lo quitó, ¿recuerdas?.
—Sí es cierto. Entonces usa esto —Trent me entregó una pequeña navaja de bolsillo— no te dejes engañar. Su filo es capaz de perforar la piel de un T-Rex. Ahora vas a rasgar tus piernas, para que parezcan heridas y una vez que termines esconderás todo sobre un árbol de tal modo que yo lo vea. Así podré recogerlo y saber que llegaste.
—Correcto.
—Y recuerda que debes regresar aquí en quince días. ¿Has entendido?
—Sí.
—Muy bien. Ahora como un último consejo trata de no caer. Eso suele atraer a las bestias —en cuanto asentí supe que ya no podría hacer decir otra cosa.
Trent tenía un plan para protegernos, y yo era la parte más importante, porque sí lo hacía los otros tres iban a quedar libres.
—Entonces en marcha.
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EXPERIMENTOS Proyecto Escape Libro 1 | DISPONIBLE EN FÍSICO |
Fiksi IlmiahMi nombre es Doce. Desde que tengo memoria he pertenecido a una organización conocida como "La Zona", la cual esta a cargo de realizar horribles experimentos en seres como yo para lograr apoyo en la humanidad, aunque el costo sea mi vida. No...