—¡No! —en cuanto abrí los ojos comencé a sentir el efecto de la realidad haciendo su trabajo dentro de mi ser, ayudándome a comprender que todo lo que había visto fue solamente el producto de un mal sueño— ¡Dios! —que traía consigo otros problemas.
La cabeza me estaba dando demasiadas vueltas, como sí de alguna forma no pudiera enfocarme en la realidad, debido a todo lo que todavía recordaba algunas cosas que vi en ese extraño sueño.
Yo me encontraba a lado de ese hombre que no dejaba de mirarme y mencionar el tal "experimento 720", sin embargo no recordaba nada posterior a eso.
¿Qué se suponía que era el experimento 720?
—¡AARRRGGGG! —era algo de lo que no podía darle la suficiente importancia—¿Pero qué rayos? —Ya que era el menor de mis problemas.
Algo extraño me había sucedido y esta vez no tenía una sola idea de cómo sucedió todo porque no podía recordarlo debido a ese dolor de cabeza que sentía.
Era como pensar que en un segundo me encontraba dentro de la mitad de la Jungla viendo a Benneth a lado de un grupo de salvajes y al siguiente estaba aquí. Atrapado en de un gran contenedor que era iluminado por una pequeña luz proveniente del centro, la cual reflejaba únicamente mi entorno.
Lo demás era oscuridad.
—¡Ahhh! —y eso solo era el principio.
Mis brazos y piernas no parecían estar atados pero los sentía pesados, al igual que cualquier otra parte de mi cuerpo.
Sí intentaba hacer algún movimiento menor como tratar de estirar los dedos comenzaba a sentir una fuerte sensación de dolor, de la misma forma que sí estuviese cargando un yunque, y la cabeza me pesaba demasiado por culpa de ese intenso dolor que me tenía atrapado.
Era oficial.
Lo único que podía hacer era ver y escuchar.
—Que bueno que despertaste, Sujeto Doce —sin embargo no estaba solo.
Debido al gran entorno oscuro no podía averiguar sí estaba o no cerca de alguna una persona, pero esa misteriosa voz me hizo darme cuenta de que había una presencia cerca de mi.
El tono lo escuché fuerte, como sí estuviese a solo unos paso de mi entorno, y tenía un cierto nivel agudo que reconocía, porque solo podía haber un ser humano en el mundo que pudiera hablar así.
—Benneth.
—Así es, Sujeto Doce.
Benneth estaba cerca de mi, pero no podía distinguir el punto.
Su voz sonaba como sí fuese una especie de eco, lo cual me indicaba que podía estar en cualquier parte; y yo apenas sentía que podía levantarme, lo cual me hacía sentir humillado, como la rata que solía ser antes.
¡No podía ser cierto!
Benneth.
La misma rata que me había arrojado de ese barranco me tenía atrapado.
—¡Ahhhh! —y yo no podía hacer nada por culpa de ese dolor.
Cualquier movimiento que hiciera provocaba serios dolores debido al peso que ahora poseían mis extremidades, ya que parecía como sí estuviesen pesando más de media tonelada cada uno.
Pero eso no tenía sentido.
¿Cómo podía ser eso posible eso?
—Vaya, vaya —Y Benneth parecía estar complacido—. Por como veo la sustancia tuvo un perfecto resultado.
—¿Sustancia? —sin embargo esas palabras no me fueron suficiente respuesta— ¿De qué estás hablando?
—De lo que tuve que colocarte para poder traerte aquí.
—¿Colocarme...? ¿Acaso estas diciendo... que... tú... me Drogaste?
—"Drogar" es un término muy vulgar... Yo prefiero la palabra "prevenir"
—¿Prevenir?
—Sí, digo. Tomando en cuenta que no llevas puesto el chip.
Yo sabía de esa parte, debido a lo que había sufrido.
Trent me había retirado el chip para mantenerme seguro, ya que de esa forma La Zona creería que yo estaba muerto. Desafortunadamente él también me recordó que debía de tener cuidado al estar en la Jungla, ya que sí me encontraban podía ser victima de algo como esto.
—La Zona te había dado por muerto, luego de ver que la señal de tu sensor dejó de funcionar; pero nunca contamos con que supieras encontrar la forma de quitártelo o apagarlo, ya que era un mecanismo que tenías colocado dentro de tu cuello. Pero al parecer resultaste ser más listo de lo que pensamos.
Benneth se acercó hacía mi, sin mostrarme alguna pista del punto en el que se encontraba.
Podía escuchar su voz desde en cualquier lado sin sentir su presencia.
—Miserable —y por cada segundo que pasaba yo me sentía más envuelto por el poder de la ira—..., ¡Dime qué fue lo que me hiciste!
—Solo te coloqué una precaución, Sujeto Doce. Deberías estar agradecido.
—¿De qué?
—De encontrar la manera de mantenerte detenido sin tener que recurrir a un arma de fuego —Benneth mantuvo ese tono de frialdad en mi.
—¿Pero qué fue lo que me pusiste?
—Una sustancia capaz de alterar tus articulaciones para cortar las movilidades de tu cuerpo y así hacerte sentir que son pesadas.
—¿Qué?
—No puedes moverte porque tus brazos y piernas pesan lo mismo que un ladrillo, o al menos eso es lo que tu subconsciente cree.
—Eres un miserable.
—No, solo soy alguien que quiere tener una charla de caballeros contigo, y ahora la vamos a tener sí es que quieres que te de el antídoto.
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EXPERIMENTOS Proyecto Escape Libro 1 | DISPONIBLE EN FÍSICO |
Ficção CientíficaMi nombre es Doce. Desde que tengo memoria he pertenecido a una organización conocida como "La Zona", la cual esta a cargo de realizar horribles experimentos en seres como yo para lograr apoyo en la humanidad, aunque el costo sea mi vida. No...