EXPERIMENTOS Proyecto Escape Libro 1 | DISPONIBLE EN FÍSICO |

CAPITULO XXIV DUDAS

El día había llegado.

Me encontraba a solo once horas de decidirme por uno de mis dos amigos y encontrar la forma de llevármelo, sin qué Lex lo notase. Desafortunadamente pensarlo solo era una pequeña parte difícil.

Lex estaba muy atenta, y había dormido lo suficiente como para poder despertarse en la noche ante cualquier sonido.

"Trata de pensar en algo, Doce" pero todavía tenía tiempo.

Era de mañana y todos nos encontrábamos listos para dividir las tareas.

—Buenos días, Doce —y oír a Lex decir mi nombre me hacía sentir como sí como sí estuviese escuchando la voz del Diablo acercándose a mi.

—Hola Lex —pero tenía que guardar mis sospechas.

—¿Descansaste?

—Algo.

—¿Algo?

—Solo tuve un raro sueño?.

—¿Otra vez soñaste con esa chica corriendo?

—Algo así, pero también creí oír algunos ruidos fuertes.

—Y no te culpo, cada vez que a Kai le toca vigilar el hace demasiado ruido para mantenerse despierto.

En esa parte tenía razón.

Cada vez que Kai tenía el turno de vigilancia él solía ponerse a bailar, gritar tonterías en voz alta e incluso cantar canciones que el mismo improvisaba, todo con tal de mantenerse despierto, lo cual para mi era algo normal en un chico como él.

Kai siempre necesitó de sensaciones raras para mantenerse vivo...

—¡ACHU...! —...pero en esa mañana Kai nos dio una pequeña sorpresa.

Todo fue tan extraño y repentino.

Kai comenzó a estornudar repetidamente, como sí hubiese algo en él que no lo dejaba respirar, y Holly no tardó en notarlo.

—¡Kai! —ella corrió hacía él al momento que sus estornudos comenzaron a ser muy repetitivos—. ¿Te encuentras bien?

El solo estornudaba tan repetidamente hasta que no pudo contener más la perdida de energía.

—¡Kai! —pero Holly lo atrapó antes de que callera, ayudándolo en sí para poder recostarse entre sus brazos y piernas—No puede ser.

—¿Pasa algo? —pregunté.

—Creo que tiene fiebre.

—Y no lo dudo —repitió Lex— con todas las tonterías que hizo en la noche, no me es de extrañar que al hacer una de ella él se debió de quitar la ropa para cantar y correr desnudo.

—Eso no es gracioso, Lex.

—No trato de serlo. Solo digo lo que he visto cuando él ha estado vigilando.

Kai podía ser algo excéntrico, pero no era un idiota.

Él nunca haría una tontería como esa, a menos de que alguien lo incitara.

—Ho-o-l-ly

—No hables, puedes perder la voz.

—Lo-se.

—Genial —y como era de esperar Lex no parecía estar conforme.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—"Como sí no lo supieras". Tenemos un caído y no hay de ayudarlo.

—¿De qué hablas?

—Se refiere a las plantas —respondió Holly—. No tenemos, porque usé las últimas plantas que coseche en un compuesto que preparé el día que casaste al tigre.

—¿Y por qué hiciste eso?

—Lex me dijo que estuviera preparada.

—¿Y qué hiciste con ese compuesto?

—Lo tiré.

—¿Cómo?

—Los compuestos solo duran veinticuatro horas. Después de eso se descomponen.

—Grandioso —y ahora era yo quien se sentía preocupado— ¿Entonces qué se supone que hagamos?

—Tal vez deberíamos ir por algunas plantas —sugirió Lex—. Digo tomando en cuenta que Kai ya tiene una niñera.

—¿Cómo? —y la verdad era que no podía contradecir a Lex— ¡Ahhh! —ya que tenía razón.

Holly tenía a Kai recostado ante sus piernas.

Ella no se iba a mover.

—Doce —y oírla decir mi nombre solo me entristecía más— podrías ir...

—Pero Holly, yo...

—Tengo que cuidar a Kai. Además no Lex conoce muy bien el lugar. No tardarán mucho en regresar.

—Sí, pero Holly yo...

—Kai necesita tu ayuda, Doce —repitió Lex—. ¿O acaso no recuerdas que Holly te cuidó así en el día que llegaste?

Era lógico que Holly también sabía de todo el odio que Lex sentía hacía mi, pero en una situación como esa era muy difícil para ella cambiar de opinión.

Su novio estaba herido y ahora éramos nosotros los únicos que podíamos ayudarlo.

—Además, Doce. nos servirá, para pasar tiempo juntos. Es lógico que lo necesitamos.

Tenía que decir no, pero en el fondo...

—Esta bien Lex, vamos—...sabía que debía ceder, porque Kai era un posible nominado.

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