Diez

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Bloqueó el número de Jackson, no quería tener más presiones encima a parte de Theo y el problema con su padres. Estaba agotándose poco a poco.

Su padre no estuvo la noche pasada por lo que no escuchó la discusión que tuvieron los Hale, pero Thalía estaba enojada con todos y no le hablaba a ninguno de los tres. A su padre por no obedecerle en el castigo contra él, a su persona por haberle dicho todo a Derek y pues a su mismo hijo por lo que ocurrió ayer.

Está de más decir que a él no le podía importar menos.

Ahora se encontraban todos desayunando, Derek y él tenían clase temprano esa mañana por lo que Thalía se había encargado de hacerles el desayuno a pesar de estar lanzándoles cuchillos con la mirada a los tres.

Stiles terminó de comer y se levantó de la mesa, pidiendo permiso a su padre y a Derek mientras Thalía bufaba aún más molesta cuando su hijo imitó la acción del castaño. Se dirigieron al cuarto a arreglarse y partir a sus respectivos lugares.

El castaño notó a su hermanastro con una actitud extraña, sabía que era difícil para él discutir con su madre debido a que eran bastante apegados como su padre y él. Así que no le pareció raro cuando lo encontró con el ceño ligeramente fruncido mientras se ponía la camiseta del uniforme.

Tenía que hacer algo bueno por él, algo que le hiciere sentir mejor justo como Derek hacia con él cuando se sentía mal o deprimido, por un momento se sintió inútil por no ser tan expresivo o incluso amoroso con su hermano. Sin embargo la pregunta se le salió antes siquiera parar en pensarla.

—¿Quieres que nos veamos para almorzar? —agradeció al menos que su voz salió firme y sin dudas, el pelinegro se giró para mirarle y notó como su expresión se relajó un poco.

—¿No estudias hasta las cinco? —los ojos le chillaron por rodarlos, pero se contuvo y puso una media sonrisa en cambio. Derek había terminado de arreglarse y ya estaba tomando su maletín.

—Puedo sacar un espacio si es por ti... —respondió con un tono más bajo y se miró los dedos con pena—, quiero estar ahí para cuando lo necesites justo como tú lo haces conmigo.

Levantó la mirada encontrándose con los jade de su hermanastro, éste sonrió mientras depositó su maletín en el suelo y se acercó a él. Stiles gimió internamente cuando el dulce aroma de la colonia y su jabón personalizado con olor a vainilla le atacaron las fosas nasales, Derek era tan meticuloso e higiénico en todo lo que hacía.

—Claro, sé que te vas a saltar alguna clase pero acepto tu oferta —asintió lo más calmado que pudo aunque por dentro estaba chillando emocionado. Derek sujetó otra vez su maletín y le pasó un brazo por el hombro mientras él tomaba sus útiles—. Te llevo Sti, la universidad me queda de paso.

Al bajar a la sala de estar, Thalía estaba sentada viendo televisión con una expresión relajada que sustituyó en segundos por una indiferente cuando les vio cerca. Derek se acercó como el buen hijo que era y se despidió de ella con un abrazo, más sin embargo la mujer no le correspondió.

«Tu padre la ama, tu padre la ama» —se repitió varias veces en su mente tratando de calmarse para no decirle algo malo y se enojó más cuando la cara de Derek se oscureció despues de aquello.

Subieron al auto y colocó su música preferida mientras iban de camino, el pelinegro no parecía objetar nada así que siguió con lo suyo. La canción en la radio era movida, queria comenzar su mañana con energía presintiendo que sería una excelente jornada, empezó a cantar en un tono alto y observó a su hermano, concentrado en la carretera.

Stop Being Gay |Sterek|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora