Llegamos a la mansión de Golden unos minutos más tarde, me sorprendí bastante al ver tanta gente bien vestida y glamurosa en la entrada de aquella gigantesca casa. El cochero personal de Golden se estacionó unas casas después de la mansión, cerca de un parque de árboles de cerezo. Salió de la limusina y sacó unos cigarrillos para comenzar a fumar, dejándonos a Golden y a mí solos en la parte trasera del coche.
—Siento tener que quedarnos un rato por aquí, pero debo aparecer dentro de una media hora, cuando mi padre y abuelo se presente. —Me explicó por qué nos detuvimos aquí, yo le sonreí tímidamente.
—E-Esta bien, no hay p-problema. —Y otra vez comencé a tartamudear como estúpido, ¿Por qué siempre que estoy con él me pasa esto?
Volvimos a ese incomodo silencio que se había formado anteriormente después de salir de mi casa, normalmente él es el que tiene un tema de conversación, ¿Qué pensará?, ¿Podría ser que le desagradó mi primo?
—Freddy, ¿Pasa algo? —Oí la voz de Fred hablándome.
—N-Nada... —Respondí mentalmente al ver que los recuerdos de aquellos sueños que he tenido en las últimas noches mientras dormía aparecían para olvidarme del silencio nuevamente.
Estoy bastante confundido cada vez más, no puedo entender lo que mi corazón quería, estaba dividido en dos. Una parte con Fred y otra con Golden. Sé que a Golden tengo muy pocos días de conocerle pero siento que ya tengo una conexión bastante cercana con él. Y está Fred, que tener una relación con él sería una locura, era como si hiciera un incesto imposible entre ambos. ¿Por qué tenía estos sentimientos?
—Freddy... Hay algo... —Me decía Golden antes de que el cochero interrumpiera lo que estaba a punto de decirme.
—Señor Golden Junior, su abuelo ya solicita de su presencia. —Volvió a encender la limusina... Momento, ¿Junior?
— ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja...! —Se reía Fred hasta más no poder, y yo que esperaba tener una noche tranquila. — ¡N-No jodas! Ja, ja... —Supongo que hay cosas que nunca cambian.
—Ahs, ¡Deja de reírte! ¡No es gracioso! —Grité en voz alta, haciendo que Golden y también el cochero me escucharan. Me di cuenta de mi error. —Am, ¡L-Lo siento!
— ¿Fred otra vez? —Me preguntó Golden mirándome con reproche. Olvidaba que Golden sabía de la existencia de Fred.
—Je... Sí, sabes cómo es él. —Suspiré cansado, y aún podía escuchar sus risas en mi cabeza. Miré a la ventana para tratar de olvidarme de mi otro yo, estábamos otra vez en frente de la mansión de Golden.
—No te preocupes, ya aprenderá a respetar, ten lo por seguro. —Me guiñó un ojo de forma coqueta, yo me sonrojé por tal acción. Pude escuchar un gruñido por parte de Fred.
El cochero nos abrió la puerta y salimos, ya no había nadie en el porche y jardín delantero de la mansión, supuse que ya todos estaban adentro. La limusina se fue, dejándonos solos otra vez. Golden y yo chocamos miradas algo inseguras, pero las desviamos al ver que pudimos conectar nuestros ojos. Genial, ahora seguro que parezco un tomate.
Apareció otra vez ese silencio, pero esta vez ocurrió algo diferente, Golden me tomó por la mano y me condujo poco a poco para dentro de la gran casa.
—Quiero hablar contigo después de la fiesta. —Dijo mientras entrábamos. —Es algo muy importante, y eres el único al cual le tengo confianza. —Me miró para luego levantar mi brazo y besar mis nudillos. Ya ni sé qué color tendrá mi cara.
—Am... ¡C-Claro! —Respondí energético, él me sonrió despreocupado.
—De acuerdo. —Soltó mi mano, me sentí algo mal que lo hiciera. —Cruza a la izquierda y pasa por la puerta central, llegaras al salón por donde están los invitados. Yo tengo que entrar con mi Familia. —Me explicó la dirección rápidamente para luego ver como subía las escaleras que se encontraban más próximas a nosotros. —Ahorita volveremos a estar juntos. —Se despidió, dejándome solo en esta gran casa.
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Medidas // Golden x Freddy x Fred // Yaoi #FNAFHS
Fanfiction¿Quién cree que incluso aquella persona que estimamos mucho puede llegar a ser lo peor que otra persona se podría imaginar? bueno, quizás en vez de estar hablando de tres, hablamos de dos; Después de todo, ellos compartían el mismo cuerpo. Cada uno...