Capítulo tres: Mascota

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Sus ojos se habría lentamente, aún debido al mareo, no podía visualizar bien donde estaba, pero de algo estaba seguro: Que no era normal que Fred estuviera despierto en vez de Freddy.

¿En... Dónde mierda estoy? Se quejó debido aun a las náuseas. Sus sentidos empezaban a despertar poco a poco y comenzó a darse cuenta de su entorno... Y su posición.

Estaba atado, sus manos entrelazadas con cadenas, estas mantenían sus brazos hacia arriba. Sus pies también estaban bajo cadenas, que salían del suelo. Estaba a total desprotección, genial.

El cuarto donde se encontraba era oscuro, con una luz por encima de él era lo único que iluminaba la zona, y no era de mucha ayuda.

De otra cosa que se dio cuenta, era que su torso se encontraba desnudo, sus pantalones y bóxer eran las únicas prendas que disponía su cuerpo. Ya empezaba a imaginarse que es lo que quería el o la que lo haya secuestrado.

Te vez tan sexy, y violable a la vez. Oyó una voz detrás de él, Fred se tensó al sentir como una mano empezaba a tocar con delicadeza su torso. Sí que acertó en sus pensamientos. Ese tipo lo quería violar.

Te divierte este cuerpecito ¿Verdad, marica? Le preguntó con sarcasmo en sus palabras. El contrarío río cínicamente.

Tienes un gran sentido del humor, Shadow Freddy. El orgullo y la sensualidad pudo notarse en sus palabras, pero lo que le fastidió a Fred era el cómo rayos este violador sabía su nombre o su existencia.

¿Tú cómo rayos sabes de mí? Preguntó algo asustado, primera vez que alguien había dicho su verdadero nombre.

Tengo mis métodos, como por ejemplo, pedir el expediente de Freddy de su antigua escuela. Respondió con orgullo aun en alto. Fred chasqueó su lengua, molesto.

Ajá, ¿Entonces qué?, Si yo decido que me violes, no vas a sacar estos papeles a la luz ¿Verdad? Se burló de lo que parecía su plan.

Contigo sé que no funcionan estas cosas, pero tranquilo, sé que para todos los que saben de tu existencia, eres sólo un Error. Comentó divertido la voz mientras caminaba hacía el campo de visión del castaño. Pero para mí, tú sirves como juguete. Se acercó hasta su barbilla para mirarlo a los ojos. Fred se impresionó levemente al ver a su secuestrador: Golden Boy.

Aparte de estrella, violador. Tú si eres raro. Se burló nuevamente, el rubio se río orgullosamente y dirigió su mirada a su torso desnudo. No tienes nada contra mí, no puedes obligarme a ser tu juguete de desesperación. Sonrió victorioso, pero su victoria no duró mucho ya que Golden simplemente volvió a reírse.

¿No te has preguntado por que tú estás afuera y él no? Mostró otra vez su sonrisa cínica y maliciosa. Digamos que he hecho algo que a tú favor podría interesarte. Psicología inversa, ¿Eso era lo que quería usar contra él?

Explícate. Pidió el castaño sin entender a lo que se refería el rubio.

Golden se separó un poco del menor, sacó el pañuelo que anteriormente utilizó con Freddy para dormirlo. Fred arqueó una ceja, dejando en claro que no entendía lo que el rubio trataba de decirle.

En este pañuelo he utilizado una dosis de una medicina letal para tu otra personalidad. Una medicina que en vez de desaparecer las imperfecciones que te mantienen vivo, las estimula, haciendo que el portador original se desvanezca. Ahora él está muerto, y tú eres el único dueño de ese cuerpo. Explicó rápidamente el rubio. Fred empezó a procesar la información que el rubio le había comentado. No podía ser, Freddy no podía desaparecer así de repente... ¿O sí?

Llamó mentalmente a su otra mitad, al no recibir respuesta se impacientó. Empezó a gritar su nombre en voz alta; suplicando que el contrarío le respondiera con un: ¡Devuelve mi cuerpo idiota!

Sin respuesta.

...

Solo el silencio.

No... Y-Yo no quería... Susurraba Fred alarmado y temblando, él no podía creer que la persona con la cual había molestado toda su maldita vida se haya esfumado en un abrir y cerrar de ojos. ...... Una lágrima fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de castaño. ¡Tú... Maldito desgraciado! Gritó con ira y tristeza al rubio, ¿Cómo había sido tan cruel como para matar a una persona? Bueno, a una mitad de esta, pero era por igual. Otras lágrimas amenazaron con salir de sus ojos, pero su orgullo no dejó que estás salieran.

En respuesta a esto, Golden volvió a reírse de lo patético que se veía el castaño. A tal punto que sonaba con un enfermo mental que podría llegar a matar si lo quisiese, a cualquiera que se meta en su camino.

Luego de las risas del mayor reino el silencio, Fred aún estaba en shock por lo que estaba pasando, pero fue sacado de ese trance cuando Golden chasqueó los dedos para llamar su atención.

Así que él es tu punto débil. Canturreó con malicia, Fred lo encaró con miedo y duda en su cara. Tranquilo, tu querido Freddy no está muerto. Coloqué una pequeña dosis de aquella medicina, ahora mismo esta tan débil que en su mente está encerrado. Por eso no te responde. Fred quería matar al rubio por hacerle jugar esa mala pasada. ¿Qué rayos quería ese tipo en realidad?

Solo dime, ¿Qué rayos quieres de mí? Fue directo al punto.

Serás mí mascota, mi amante, mi perro. Respondió directamente el rubio. Si te niegas... Se acercó peligrosamente al castaño y le susurró en su oído. Me encargaré de deshacerme de tu queridísimo Freddy.

Por primera vez Fred estaba entre la espada y la pared, ¿Cómo podía alguien de buen ver, ser tan cínico y pervertido como para amenazar a que alguien morirá solo para buscar un juguete sexual?

¿Por qué yo? Preguntó. ¿Por qué tanto esfuerzo para conseguir a alguien como yo, o Freddy, solo para esto? -Lo miró con desprecio.

Oh, no te voy a mentir de que tengo planes para tu otra mitad. Comentó sonriente y la lujuria adueñó sus palabras. —Desde que ustedes dos se cruzaron en mi camino, debo decir que Freddy me atrajo de una forma bastante... Única. Y decidí investigar sobre él y su pasado. Je, gracias a tu existencia puedo jugar con él cuanto se me antoje. Explicó, Fred se maldijo a sí mismo por su existencia, por primera vez quería desaparecer y que no pudiera volver más. Mala era su suerte esta ocasión.

Tragó saliva, no tenía otra opción ¿Verdad? Miró hacia el suelo, y tragándose su orgullo por Freddy, dijo lo siguiente.

... Soy tu mascota... Amo... Susurró, cedió a darle su cuerpo y mente. Golden volvió a sonreír.

Bienvenido a mi mundo, perrito. Levantó su barbilla nuevamente.

Los ojos de ambos se conectaban en ese momento, Fred le mandaba una mirada asesina y fría, mientras que a Golden la lujuria se apoderó mucho más de lo que ya se encontraba en su cuerpo. No se lo pensó dos veces y para sellar el trato, junto sus propios labios con los del menor.

Un beso forzado fue la escena que se pudo observar.

...

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Medidas // Golden x Freddy x Fred // Yaoi #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora