Capítulo veintinueve: ¿Celos?

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El castaño poco a poco abría con pesadez sus párpados, tanto cansancio en él era algo por lo que estaba acostumbrado cuando trataba de tomar el control completo de su cuerpo, terminaba desmayado a los segundos incluso.

Lo primero que vieron sus ojos azules fue el techo decorado de la lujosa alcoba en donde estaba, lo cual lo terminó por despertar al completo al darse cuenta que no estaba en su casa, pero al final recordó que estaba de campamento y que le había tocado como aquel compañero al rubio que una vez le gusto.

Se sonrojó otra vez, quizás demasiado. Aquel sueño que había tenido esta vez era la primera vez que lo tenía, es decir, ¿Por qué? ¿Por qué soñó aquel sueño húmedo que implicaba a su amigo y a su otra mitad?

Revisó la cama, no sentía nada en ella. Suspiró en alivio.

— Admiro su paciencia. —Admitió en bostezo.

¿Paciencia en qué? —La curiosidad de Fred por volverlo a sonrojar. Freddy algo mole, prefirió contestarle de mala gana.

— Para soportarte. —Rodó los ojos. Fred con sarcasmo le dedicó una sonrisa.

¿Soportarme? ¡Pero si soy más soportable que tú! —Y no faltaba su típico tono burlón en su adulación a sí mismo.

— Ja, ja, que risa. —Freddy se molestó en responderle de igual forma, sarcásticamente.

El chico observó el ventanal que estaba por delante de él. El atardecer que se alzaba ante sus ojos era una obra maestra: las montañas, los arboles y animales que surcaban los cielos le dirigían la simpleza y belleza de la naturaleza. Freddy se levantó de un salto para salir al balcón y mirar todo con detalle.

— Hermoso... —Dijo mientras se agarraba fuertemente al la barandas del balcón, contemplándolo todo.

No tan bonito como otra persona... —Suspiró Fred, el cual también disfrutaba de las vistas. Freddy se sonrojó por el comentario, desviando la mirada a otro punto de menos interés.

— S-Supongo. —Dijo en un susurro.

¿Quién dijo que aquel comentario era para él?

— Joven Freddy. —Jeffrey volvió a entrar en la habitación, con una pequeña tablet en mano. Freddy se volteó algo nervioso, pues su presencia lo había asustado.— La cena esta lista, el joven Golden lo está esperando. —Informó.

— C-Claro... Em, ¿Podría guiarme por la mansión? —Preguntó algo avergonzado, Jeffrey asintió.

— Acompáñeme por aquí. —Dijo para abrir la puerta por completo e indicarle que saliera.

Jeffrey comenzó a explicarle la mayoría de las instalaciones de la casa, desde los lujosos cuartos hasta los grandes salones de baile. Freddy memorizaba cada lugar y detalle, por si tenía alguna emergencia. También fue informado que su habitación era la que estaba al lado de la de Golden.

Se sonrojó un poco en volver a pensar en él, lo había rechazado, eso era un hecho. Se preguntaba como estaría, ¿Dolido? ¿Molesto?, no lo sabía con certeza. Espera que aquello no dañara su amistad.
Fred por otro lado no escuchaba los pensamientos de Freddy, estaba de muy buen humor como para estar prestando atención a sus pensamientos.

Cuando menos se dieron cuenta, ya se encontraban en los jardines traseros de la mansión. Debido a los clima de primavera, la temperatura estaba perfectas para todas las plantas de la casa: desde amapolas y orquídeas, hasta abedules e incluso pinos. Freddy si se impresionó por el jardín, se veía simplemente hermoso.

Un camino de flores marcaba en el centro de todo el jardín un pequeño kiosco de marfil. En él habían varías sillas y una mesa llena de comida. Freddy se hizo la idea de que iba a cenar en ese lugar con Golden, el problema era que el rubio no estaba por ningún lado.

Medidas // Golden x Freddy x Fred // Yaoi #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora