Capítulo Veinticinco: Pasado (Parte dos)

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Bueno, sus brazos y piernas estaban atados a unas cadenas de hierro que le mantenían parado, acompañado que estaba semi-desnudo con sus boxers como única prenda que tapaba sus partes íntimas; además que estaba maquillado como si fuera una chica.

—Junior, he pensado que como es tu décimo cuarto cumpleaños es hora de que te vuelvas uno más en la familia... —Dijo soltando una risita, llevando ahora sus manos a uno de sus bolsillos, de ellos sacó un cigarrillo y un yesquero el cual usó para encenderlo y llevárselo a la boca.— Te enseñaré a como tratar a las damas con este chico presente. —Botó el humo de su boca.

Golden estaba estupefacto.

— L-Liberenlo... ¡Liberenlo por favor! —Su grito fue alto, desesperadamente corrió hasta donde estaba su amigo, y con fuerza trató de quitarle las cadenas que lo encadenaba.

Esta acción enfureció a su padre, que no tardó en chasquear los dedos y hacer que uno de los sirvientes los separaran rápidamente.

— Eres un ingrato. —Siguió fumando. Golden trataba de safarse de los brazos que le retenían.— Yo te enseño a como doblegar tu fuerza y rechazas la oferta.

— ¡¿Doblegar mi fuerza?! ¡Has abusado de mí durante toda mi infancia! —Tras decir aquello, el mayor caminó hacia él y dio la primera bofetada.— Tks... —Se quejó.

— ¿Qué te he dicho de llevarme la contraría? —Regañó, sacando el cigarro de su boca y llevando todo el humo a la cara de su hijo. Este toció.— Te portas tan mal y no das gracias en lo que te estoy convirtiendo. Eres una porquería como la puerca de tu madre, yo simplemente estoy corrigiendo eso en ti. —Explicó.

Golden no quería responder, ya su mejilla estaba roja y no quería más golpes en su cuerpo. Agachó la cabeza al suelo.

— Eres un débil, ni respondes como debes. —Usó el cigarrillo con él colocando la punta ardiente en su brazo, quemándolo. Golden se contuvo.— Te he hecho todo lo que el placer y dolor del hombre puede hacer. Ahora es tu turno de hacerlo.

— ¿Qué?

— Lo que oíste, este chico te conoce más que tus fans, él es tu debilidad. —Tales palabras asustaron a Golden, ¿Su padre estaba enterado de que estaba enamorado de Frederick? — Quién sabe si algún día se rebela contra ti y te vende a cualquiera que le de bastante dinero. —Hizo presión en el cilindro de nicotina. El menor ahogó un gemido de dolor.

— É-Él jamás... Haría eso... —Respondió, su padre bufó.

— Es lo mismo siempre, junior. —Tomó su mentón, obligándolo a que lo mirara a la cara.

Aquellos ojos, fríos y endemoniados, los que siempre estaban por encima de él. Esos ojos que circularon en sus peores pesadillas y en sus castigos por no poder enorgullecerle a él. Era inútil estar tranquilo con ellos observándolo.

— Todos son amigos, hasta que te abandonan una vez que ya no les sirves para nada. —Susurró.— Te usan, te destrozan, te matan.

Los ojos de Golden se volvían agua, mirando al suelo irritado y triste.

— ¡Él jamás haría eso! —Volvió a decir, esta vez encarándolo y mirándolo con firmeza en sus palabras. Su padre bufó.

El cigarro se apagó.

—Como quieras, juguete. —Soltó el mayor tras oírlo. Ahora miró a Frederick, el cual parecía estar perdido en un vacío oscuro.

Medidas // Golden x Freddy x Fred // Yaoi #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora