Capitulo veintiséis: ¿Corazón?

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Las palabras se volvieron innecesarias y las miradas del uno al otro era mucho más importantes. ¿Era muy posible sentir algo de pena por aquella persona que ha abusado de ti? Bueno, a este punto de la historia si lo es.

—... —Ni una frase podía articular, después de oír el verdadero pasado del mayor había entrado en un estado de Shock, tratando de asimilar todo lo que le ha dicho. No se lo creía, pero allí estaban las pruebas mostradas en su piel.

Golden sabía que las cosas entre ellos cambiarían si le contaba al menos la parte importante de la historia verdadera. Aunque había omitido por razones obvias, el nombrar a su primo británico. Él entendía que ni Freddy o Fred estaban listos para saberlo al cien por ciento.

El rubio se colocó sobre el castaño poseído, y lo besó. Fred salió de su trance cuando sintió los labios del contrario sobre los de él. Eran fríos, pero al mismo tiempo extrañamente cálidos. No correspondió, tampoco lo paró, simplemente lo dejó.

Y ahora que lo sentía, el cuerpo de Golden siempre era frío, como si de hielo se tratase ¿Por qué?, ¿Por qué tenía la necesidad de ayudar al rubio?

¿Por qué tenía la necesidad...

... De unirse a él?

Los escalofríos se hicieron presentes al momento de que las manos del mayor empezaban a quitar la ropa que cubría el torso del castaño poseído. Pieza por pieza, dejó al desnudo su torso.

El oxígeno en sus pulmones se acabó, y la necesidad de separarse vino a ambos. Pero esta separación no duró mucho, el ojos grises lo volvió a besar, y esta vez utilizó su lengua para probar lo que tanto ansiaba desde hace días. Y claro, esta vez también Fred correspondió al contacto.

Peleaban por espacio en sus bocas, un compás digno de repetirse una y otra vez hasta que sus labios no dieran para más. Golden ya había terminado con el menor, y ahora estaba por quitarse su chaqueta y camisa, con cuidado claro con sus vendas.

—Eres jodidamente delicioso~ —Al separarse del beso francés, un hilo de saliva salía de la boca de ambos. El rubio ahora bajó a su cuello y comenzó a besar toda la clavícula del menor. El azabache trataba de atinarle a no soltar ningún sonido que hiciera perder su orgullo. —Vamos mascota~, no deberías a estas alturas a tener vergüenza de encontrarte así conmigo. —Mordió suspirando cada palabra al roce de su piel. El cuerpo del menor empezaba a pedir más que sólo mordidas y besos.

—T-Termina ya... P-Por favor. —Soltó entre quejidos ya entregándose nuevamente al mayor. Si ya no hay vuelta atrás solo queda disfrutar ¿No?

Golden se dedicó ahora a mirar a los ojos al menor, además de que le pareció adorable a su manera, significaba que ya se empezaba a entregar por su cuenta que por ser obligado, y esto jamás pasó con sus otros muñecos. Ahora sí que haría gemir y gritar al castaño poseído como si no hubiera un jodido mañana.

—Cómo desees, My King~.

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¿Entonces Frederick? ¿Cómo se encuentra Toddy? —Le preguntó interesada la peli turquesa, mirando las flores que podían divisar sus ojos en aquel gran parque.

Pues bien, se encuentra aun cumpliendo su contrato con The Golden Boy. —El castaño se sentó en uno de las bancas de madera, comenzando un bosquejo de una amapola cercana a su posición.

¿Otra vez dibujando? —Preguntó curiosa la menor.

Tú lo haces seguido también, tonta. —Le reclamó divertido, ella carcajeó.

Medidas // Golden x Freddy x Fred // Yaoi #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora