Capítulo diecisiete: Me es imposible no gustar de ti.

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- ¡Eres un descarado! ¡Tú y tu madre son unos completos mentirosos! - Exclamó con rabia en sus palabras que me dolían. - ¡A los niños malos como tú se les castiga! -Me golpeó la cara para luego obligarme a ir al cuarto secreto donde ya había estado incontables veces.

Lloraba de dolor, no solo del físico, estaba acostumbrado a ser tratado de esa manera cruel.

Era peor que una prisión...

Pero así se mostraba el amor en mi hogar...

...

-Te quiero. -Suspiró el mayor abrazando al menor de forma sobre-protectora. Cerró los ojos mientras correspondía al contacto y deleitándose con su aroma adictivo para él.

¿Qué podía decir Freddy? Se sentía demasiado confundido en ese momento. La imagen que le quedó en la mente para no salir; esos ojos tan penetrantes y fijos, no podía sacárselos de la cabeza, era algo tan indescriptible lo que lo cegó.

-Y-Yo... También te quiero. -Susurró en el oído del mayor aun disfrutando del abrazo.

Fred estaba que quería gritar del dolor y sufrimiento cuando Freddy soltó tales palabras, le dolía mucho el hecho de que ahora vería al castaño muy acaramelado con el mayor. Se le había ido todo de las manos, lo que estaba pasando era lo que quería evitar a toda costa.

Volvieron a besarse, las cosas no iban para nada bien, al menos no para el azabache, quien ahora se encontraba en una lucha interna entre interferir o no en el encuentro incandescente de ambos jóvenes. No lo soportaba, ni las pastillas lo podían detener.

-... ¡Te dije que no dañaras su inocencia! -En un acto de valor el azabache tomó control del peli café, y separó bruscamente al rubio por fin, deteniendo las caricias en sus bocas.

Lo miró con odio, obviamente el mayor lo fulminó con la mirada al interrumpir tal compás adictivo con el de ojos azules, pero una sonrisa cínica y maliciosa apareció en sus labios al pensar que podría jugar nuevamente con el azabache.

-Y yo que creí que no tenías el valor para salir. -Comentó divertido, sus palabras erizaron los pelos del ojos vacíos, agregándole también un escalofrío.

- ¡Adelante, abusa de mí! -Exclamó abriendo sus brazos para dejarle a entender al mayor que podía jugar con él todo lo que quiera. - ¡Pero no voy a dejar que ustedes hagan esas cosas! -Dijo con coraje en su corazón, que era incentivado por algo mucho más fuerte que el querer proteger a su otro yo.

Golden cambió su expresión, era la primera vez que la otra mitad de sus antiguos amores tomaba tanto valor como para enfrentarle de esa manera. Le dedicó una mirada seria pero dulce a comparación de otras, entendía que no solo quería proteger la salud mental del castaño. El que se haya entregado muy fácil lo corroboraba para el mayor.

- ¿A caso estás celoso de que a Freddy le de amor y a ti no?~ -Canturreó mientras veía como el castaño poseído se sonrojaba de manera leve.

- ¡N-No! ¡Jamás me enamoraría de ti! ¡Me violaste y me pegaste con un látigo! ¿Quién te amaría por eso? -Se asqueó cruzándose de brazos.

-Tú otra mitad, por ejemplo. -Sonrió victorioso al ver la cara de su contrario hacer un puchero.

- ¡Él porque no sabe nada! ¡Apresúrate y viólame ya! -Gritó nuevamente el azabache.

- ¿Me tienes ganas, mascota?

- ¡Todo acabará cuando estés satisfecho! -Lágrimas amenazaban con salir de él. -Sólo hazlo y déjanos en paz. -Imploraba se podría decir.

Medidas // Golden x Freddy x Fred // Yaoi #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora