Capítulo veintiocho: Y al último momento... ¿Una Banda?

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Freddy suspiró.

— Yo... —Musitó.

— Cállate... No digas más, esta bien. —Cortó el habla del otro con un tono que jamás el castaño había escuchado. Claramente se asustó.— No importa, ya me ha pasado... —Golden se levantó y rápidamente de la habitación de un portazo.

Bien hecho, idiota. —Musitó Fred inaudible.

/En otro sitio/

En los senderos de arena del campamento, cuatro chicos iban hacia la gran mansión del bosque, donde ahora se hospedaría–Además de nuestros protagonistas–la glamurosa pelirroja que caminaba hecha un lío.

—¡No puedo creer que estos salvajes nos acompañen! O sea, ¡In-dig-nan-te! —Exclamó quejándose Toddy mirando a Foxy y a Bonnie quienes acompañaron a ella y a Chica.

— ¡Vamos Toddy, no es tan malo!
Foxy y Bonnie tan solo quieren hablar con Freddy, que también esta quedándose en la mansión. —Expresó la rubia mirando el lado del por qué los chicos los acompañaban.— ¿De qué conoces a Freddy, Bonnie? —Preguntó observándolo.

— Tanto él como yo nos encontramos por casualidad en una heladería cerca de la escuela, y púes, él y yo terminamos en la misma mesa por los mismos gustos de helado. He, he... —Declaró el pelimorado con emoción. Foxy lo miró algo fastidiado.

—Sí, sí, cuatro ojos, Linda historia. —bufó sarcástico el más alto de grupo.

Divisaron la gran estructura, y con unos cuantos pasos más llegaron a la entrada de la gran casa. Cuando uno de los vigilantes notó la presencia de la diva los dejó pasar sin dilación. Muebles, alfombras, oro y plata en bandeja por toda la casa.

— Qué servicio tan premiun... —Murmuró Foxy desinteresado.

Llegaron a la elegante sala principal, donde un sirviente les ofreció algo de beber y de comer. Toddy a gusto pidió un té boba, a Chica y a Bonnie les bastó el agua; Foxy se negó a recibir algo de un rico, su orgullo era de hierro.

—Buenas tardes, Jóvenes. —Apareció Jeffrey, el mayordomo y asesor de Golden.— ¿A que se debe su visita? —Miró tan sólo la rubia y a los dos muchachos, ya que tenía en claro el por qué de la presencia de Toddy.

—Venimos a ver a Freddy Fazbear... —Dijo tranquilamente Bonnie, mirando a Chica que estaba algo asustada. Jeffrey podría llegar a asustar a cualquiera.

—Muy bien. —El mayor se dirigió a las escaleras principales.— Señorita Toddy, sus maletas están en el cuarto 3H, pasillo siete a la izquierda en el tercer piso. —Los acompañantes de la pelirroja quedaron perplejos a escuchar ese tipo de descripción en una casa. Toddy asintió, sentándose en uno de los costosos muebles del salón.

— ¿No piensan sentarse, tontos?

/Volviendo/

¿Molestia? Sí, ¿Celos? Sí, ¿Confusión? También.

— ¿Quién demonios es mejor que yo para él? ¿O a caso él dejó de gustar de mí...? —Cuestionó mirando a la puerta de su cuarto, donde estaba el chico con su doble personalidad. Sus manos empuñadas se deslizaban sobre la fina madera, deseando el contacto del moreno en ellas, anhelando el roce de sus pieles en un acto simple como un abrazo o beso. Lo necesitaba para él.

— Joven Golden. —Una voz lo sacó de sus pensamientos codiciosos, su asistente se acercó a él a pasos lentos. Golden simplemente le dirigió la mirada inexpresiva.— La señorita Toddy ha llegado a la mansión, acompañada de unos jóvenes que solicitan la presencia del joven Fazbear. —Informó.

Medidas // Golden x Freddy x Fred // Yaoi #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora