Un mes después de la muerte de Jerome:
James estaba convencido de que su hija había escapado de su turbio pasado, pero no se imaginaba que una amistosa salida de chicas a media noche podía resultar en una carnicería divertida.
Miss J caminaba junto con el pingüino junto a su característica máscara y vestimenta, Oswald amaba verla sonreír y observarla mientras hablaba con Bárbara y la pareja de esta. Por más que las odiara a las dos.
Lily y Víctor eran sus más preciados asesinos, puesto a que la chica se había acostumbrado a ayudarlo con la gente que se negaba a colaborar con el.
Era su arma secreta, pero no tan secreta.
-Lily- la llamó, Bárbara le guiñó un ojo y la dejó ir-¿ves ese hombre de allá- señaló disimuladamente- su nombre es Rudolf Watson, británico, me debe cien mil dólares, se hace el...
-Idiota,entendí, lo llevo a un lugar alejado sin que nadie me vea y lo asesino- Oswald le acarició una mejilla.
-Que inteligente eres,ve- ella asintió.
Oswald miraba por la ventana del carro dandole privacidad a la chica para que se cambiara a ropa que dijera “hey papá, acabo de volver de una fiesta con mis amigas. No maté a nadie” y no la ropa con la cual todo el mundo conocía a Miss J. Metió todo en su mochila y se bajó una vez que llegaron al edificio.
-Adiós Oswi Doki- le sonrió.Lily entró al apartamento de puntas de pie, se sabia el recorrido de memoria por lo que no necesitó encender la luz. Pero esos no eran los planes de James Gordon.
-¿Por qué llegas tan tarde?-la luz se encendió, la chica se volteó lentamente. No le temía, para nada, pero eran casi las cinco de la madrugada y no quería oírlo.
-Ya sabes,chicas- sonrió retadora.
-Si,“chicas”, ¿eso que huelo es cigarrillo y alcohol?- preguntó olfateando el ambiente, ella alzó una ceja.
-¿Qué eres?¿Policía?- rió histérica al recordar el oficio de su padre.
-No estuviste con chicas,lo sé- su rostro reflejaba seriedad.
-Estoy muy cansada, adiós Sherlock Holmes- bromeó mientras se dirigía a su habitación.
-¡Lily vuelve aquí!¡Soy tu padre!¡Obedece!- gritó desde la sala.
-¡Lo mismo decía mamá! - cerró su puerta- ¿y adivina dónde está?- rió sabiendo que Jim la escuchaba.Se dirigió hacia la ventana y miró la ciudad, la abrió dejando entrar todo el viento helado de aquella ciudad tan gris. Se sentó en el borde recordando las veces que había visto a Jerome hacer lo mismo. El alcohol le estaba jugando una mala pasada, se recostó y miró la altura en la que se encontraba, una pequeña sonrisa se escapó de sus labios.
(Algo así es su ventana)
Cerró sus ojos y se durmió, soñaba que estaba en una cabaña abandonada, por alguna razón lloraba. A su lado estaba Jerome riendo, un escalofrío le recorrió la espalda y de un momento al otro estaba en una mansión, ahora el pelirrojo la miraba desde las escaleras con los brazos extendidos esperando un abrazo.
-Papá quiere un abrazo de su adorada loquita- rió. Ella sacudió la cabeza y se encontraba cayendo al vacío.
Cayó en una especie de bosque, una sombra se acercaba rápidamente a ella.
-Cariño, ¿que te han hecho?- la voz era de una mujer,era alta, pero no veía su rostro, por la escasez de luz pudo notar vagamente que su piel era oscura.
Abrió los ojos de golpe, estaba en una esquina de la ventana,a punto de caer,se apartó rápidamente con el pulso acelerado.-A veces,los sueños quieren decirnos qué podría pasarnos en un futuro. Si es que sueñas con algo con sentido- sonrió Bárbara- Si sueñas con unicornios no quiere decir que existan-aclaró- Pero si sueñas con tu muerte,por ejemplo...
....
Los capítulos 15,16 y 17 serán de recuerdos posteriores a la visita del vendado. Por si se lo preguntan.
También les dejó la vestimenta y los objetos que usa diariamente Miss J.
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Gotham Kings ||Jerome Valeska||
Fiksi PenggemarTemporada Uno: Gotham Kings. Temporada Dos: Life Loves Villains. Él tenía cabellera de fuego y estaba loco como una cabra, pero tenía algo. Una chispa, quizá, que hizo que ella se fijara en él y no en lo que la rodeaba. Ella tenía ojos como el cielo...