CAPITULO 5

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Entro a la sala de profesores. Él está ahí, hablando con la profesora Modesta, sentado frente a la mesa donde se encuentra apoyada terminando de pasar quizás las ultimas notas del año. Cuando Antonio me ve pone una sonrisa de oreja a oreja, se levanta del asiento y me pide que me acerque

¡Hola! Saludo.

Modesta se levanta de la silla y me da un beso en la mejilla

¡Hola mijo! Contesta.

Jalo una silla que está cerca a la mesa y me siento al lado de Antonio.

¡Em no había sacado la primera parte de la tesis porque estaba esperando a Christian profe! Exclama Antonio sacando de su bolso la carpeta.

¡¿Ya hicieron la primera parte?! Espeta Modesta asombrada.

¡Si, el sábado, nos tiramos como cuatro horas! Dice Antonio.

Extiende la mano y le entrega la carpeta a Modesta.


¡Yo siempre he dicho que ustedes han sido los mejores estudiantes que he tenido! Dice con cara de felicidad.


Antonio voltea y me dedica una sonrisa. Hago lo mismo, me acomodo un mechón de pelo que cae en mi cara y espeto

¡Profe, ¿la graduación será siempre en diciembre?!

¡Exactamente, el Cuatro de Diciembre podrán graduarse y créanme cuando les digo que ustedes se llevaran un diploma de honor!

¡Gracias profesora, es muy halagador saber que todo este esfuerzo ha valido la pena!

¡Claro, tanto tú como Antonio y los otros Alumnos que terminaron esta fase de sus vidas tienen un futuro por delante, sólo no dejen de soñar, ya verán que cuando menos lo esperen estarán trabajando en una de las mejores empresas del país!

Sonrío y miro a Antonio, le pido que salgamos

¡Profe muchas gracias por sus palabras, sé que todo será como usted dice, nos tenemos que ir, quizás entre una o dos semanas le traigamos la segunda parte de la tesis ¿quién sabe?!

¡No me sorprendería de ustedes dos! Dice sonriendo.

¡Chao profesora! Exclamo.

Caminamos hacía la puerta y salimos de la sala.

¡¿A dónde quieres ir?! Me pregunta Antonio rozando su mano con la mía.

¡No sé, ¿a dónde quieres ir tú?!

¡La verdad es que no me importa el lugar, si estoy contigo, hasta debajo de algún puente me diera gusto estar!


¡Oh, que romántico mi querido Romeo!


¿Romeo? ¡Yo creía que Romeo aquí eras tú!

¡Los dos, al fin y al cabo, no puede haber una Julieta! -Suelto una risita-

¡Pue sí, entonces, voy para dónde tú digas!
¡Hay un lugar que me gusta mucho, hace rato he querido ir allí con alguien que sea especial!
¡¿Ah sí?!
¡¿Vamos?!
¡¿Soy yo esa persona especial?!
¡No sé, no veo a otro por aquí!
-Sonríe- ¡Esta bien!
Paramos un carro y subimos en la parte de atrás
¡Llévanos al parque torre alto! -le susurro al taxista-
acelera y avanza.
¡¿Para dónde vamos?! Pregunta Antonio.
¡Ya verás, es un lugar en el que casi nadie va pero que a mí me gusta mucho! me mira medio cerrando sus ojos
¡Esta bien! Me acerco y le planto rápidamente un beso, vuelvo a acomodarme y miro por la ventana
¡Oye! -exclama dándome un empujoncito-
¡¿Qué? ¿No te gusto?!
¡Si, pero aquí está el chofer y nos puede ver! Susurra.
¡¿Y?! -le planto otro beso- ¡que nos vea, ¿qué más da?!
Se echa a reír y se recoge de brazos poniendo sus ojos en blanco
¡Te quiero! Le suelto.

Me bajo del carro luego de haberle pagado al chofer, más atrás se baja Antonio contemplando acto seguido el lugar

¡¿Te tomaste muy enserio lo del puente?! Pregunta, soltando seguido una risa. ¡Mm pues digamos que me acordé de este lugar cuando dijiste "Puente"!
¡¿Es enserio que te gusta tanto este lugar?!
¡Si, es mi favorito, la gente no viene porque piensan que este lugar es peligroso, pero no es así, ya sabes cómo son las personas al momento de hablar de algo o de alguien!
¡Se nota que nadie viene aquí, es más, siento que estamos en medio de la nada!
¡Vamos, subamos!
Le extiendo mi mano para que la tome
¡Vamos! Exclama.

Caminamos hasta las escaleras que tienen aproximadamente 40 escalones. Mientras subimos observamos el "paraíso" que se logra ver a medida que vamos llegando

PROMETO OLVIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora