CAPITULO 7

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Llego con una botella de vino y una caja de pizza.

¡Prrrrrrr! -toco el timbre-

me paro frente a la puerta y espero a que me abra

¡Oh que detalle! -dice al verme-
¡¿No me darás mi besito?! -Le digo mientras me muerdo el labio inferior- ¡Todos los que quieras! - contesta halándome de la chaqueta marrón que llevaba puesta-

dejo la caja de pizza y el vino en la mesa y prosigo besándolo, lo cargo y lo recuesto a la pared

¡¿Me extrañaste?! Le digo dándole besitos en el cuello.
¡No sabes cuánto! Contesta.

Me agarra por la nunca y empuja mi cara a la suya, besándome con mucha fuerza, lo llevo hasta el cuarto y nos tiramos en la cama

¡¿Ya te había dicho que me encantas?! -le dije-
¡Muchas veces! -contestó-
¡Pues nunca me cansaré de decírtelo!

Sigo besándolo y el sólo intenta quitarme la chaqueta, me levanto y sigo yo quitándole el suéter. Me empuja entonces hacía a bajo y me quita los pantalones mientras él hace lo mismo con los suyos, me comienza a besar la pelvis hasta llegar a mi boca

¡Te deseo! -me dice perdido en el placer
¡Te deseo aún más! Contesto y le jalo las piernas haciéndolo sentar encima de mí. Desnudo.
¡¿Te puedo quitar el bóxer?! -pregunta-
me muerdo el labio y lo jalo dándole un beso

¡Soy todo tuyo! Se levanta y me jala el bóxer dejándome desnudo. Se sube encima de mí y luego de plantarme un beso agarra mi pene y lo hace entrar en su recto.

...

Estamos tirados en la cama, su cabeza descansa en mi pecho

¡¿Quieres pizza?! -le digo atontado-
¡Te quiero a ti! -Contesta picarón y sonríe-

me levanto entonces de la cama y me coloco una pantaloneta cargándolo a él acto seguido, lo llevo hasta la sala y lo tiro en el sofá

¡Espera! -me dice- ¡Buscaré una pantaloneta para no estar en bóxer!

Camina nuevamente hasta su cuarto y se coloca otra pantaloneta mientras yo voy buscando unas copas para el vino.

¡¿Cuándo comienzas a trabajar!-pregunta-

pongo las copas en la mesa y abro el vino

¡La otra semana! -contesto- ¡De 4 a 10!

Sirvo el vino, le doy una copa y me acerco a él pidiéndole que brindemos

¡Por tu nuevo trabajo! -Dice-

¡Emm me gustaría brindar por otra cosa! -le digo rápidamente-

¡¿Ah si? ¿Por qué cosa te gustaría brindar?! Contesta

Yo bajo la mirada
¡No sé, quizás por nosotros! lo miro y sonrío.

alzo la mano con la copa y la choco con la suya, le planto un beso y tomo algo de vino.

¡¿No has hablado con Verónica?! -me pregunta-

Lo quedo mirando por unos segundos.

¡No, no lo he hecho! ¡Y..., ¿No te preocupa que esté con Samuel?!

¡Obvio me preocupa, pero ya ella eligió, ella quiso que me alejara de su vida y eso estoy haciendo!

¡Está bien, ¿sabes que me preocupa a mí?!

¡¿qué cosa?!

¡Que no nos veamos como lo hemos hecho todos estos días, por tu trabajo!

¡Ah no seas bobo, siempre voy a tener la mañana libre hasta las 3 de la tarde bebé!

¡¿Me prometes que no me vas a olvidar?!

Le doy un beso.

¡Te lo prometo!

...

Despierto algo cansado, son las tres de la tarde y como siempre despierto aturdido por los gritos frecuente de la gente de este barrio.

¡CHRISTIAN, CHRISTIAN! -gritaba mi mamá-

¡¿Qué pasa?!

¡Oh Dios mío! -suspiró- ¡que bueno que no estás en la calle, acaban de asesinar a alguien aquí a la vuelta!

¡¿Como así que acaban de asesinar a alguien? ¿porqué?!

¡Lo iban a robar y no se dejó!

¡¿Donde está Jose?!

¡Ya hablé con él, fue lo primero que hice apenas escuché los disparos, está bien gracias a mi Dios! Dijo persignándose

¡¿Si te das cuenta porqué odio vivir por aquí?!

¡Christian basta! Sale del cuarto y me deja con la palabra en la boca.

Me levanto de la cama para tomar una ducha, luego agarro una pantaloneta y una franela y me las coloco. Me siento en la sala, prendo la televisión y me doy cuenta por primera vez que no hay señal

¡Mamá, ¿No hay cable?! -Grité-
¡¿Cable de qué?! -gritó desde su cuarto-
¡Del televisor, no hay señal!
¡Pues mándelo a poner, ahora que va a trabajar puede ayudar con los gastos de la casa!

Apagué la tv, me fui para el cuarto y prendí el celular, abrí la bandeja de mensaje y vi que me habían llegado dos, Uno de Antonio y el otro del restaurante.

PROMETO OLVIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora