Podía escuchar y ver el reflejo de los relámpagos, afuera estaba pegando mucha brisa, quería llover. Me levanté de la cama y cubrí el espejo y la televisión como me había enseñado mamá hace unos años atrás para que no atrajera los rayos. Me puse las chanclas y caminé hacia la puerta.
¡oh gran fuerza divina, protege a mi madre de esta gran tormenta! -oré en voz baja un poco asustado-cerré la puerta y caminé hacía el cuarto.
¡¿Vas a comer?! -exclamó Martín desde la cocina- ¡Ya está listo el almuerzo! -continuó-
¡Si, ésta "tempestad" me tiene con apetito! -contesté con algo de ironía
Me senté en el sofá y me llevé una mano a la cara. De repente suena el teléfono. Miro a Martín preocupado. Él me dice que no me preocupe, que todo iba estar bien. Me levanté del sofá y contesté
¡Hola!
¡Hola amor, ¿cómo estás?! -dijo Antonio detrás de él-
respiré profundo.
¡Bien, bien y ¿tu?!
¡Estoy bien, vi en las noticias que las brisas han tumbado algunas casas y me preocupé mucho!
¡Yo estoy bien, me preocupa es mi mamá y la situación en la que está!
¡¿Ya la llamaste?!
¡Sabes que no me quiere contestar las llamadas ni los mensajes!
¡Claro, igual no te preocupes, seguro está bien!
¡Que así sea porque o si no me voy a volver loco!
¡Te llamaba también por otra cosa amor, hoy me llegó una notificación al correo!
¡Ah ¿si?, y ¿eso?!
¡Marketing Agency Está buscando universitarios que se desempeñen en el campo empresarial, justo ahora acabo de ver que hay más de 10 puestos libres para ese cargo o similares, abre tu correo y date cuenta!
¡¿Como? ¿O sea, ya..?!
¡Si, ya, abre el correo y mira de que te estoy hablando!
¡Dame un minuto! -colgué-
Abrí rápidamente el correo. Tenía más de treinta mensajes sin leer. Entre esos estaba la profesora modesta. Presioné el mensaje a lo que se abrió al instante.De: modestarios@outlook.es
Para: christianferrer@outlook.com
Asunto; ¡EN HORA BUENA!
Mensaje;"Hola mijo ¿cómo estás? Te hablaba para decirte que me han estado llegando muchas notificaciones para los egresados de la Universidad. Necesitan dos vacantes para MARKETING AGENCY y yo soy la encargada de seleccionar a las vacantes. No te podía dejar atrás, obviamente tú serás uno de ellos. Yo confió en ti y se que harás un buen trabajo. Aquí debajo te dejaré un archivo adjunto donde consta que tú eres uno de los universitarios elegidos por mí, más abajo estará el link donde enviaras tu hoja de vida junto con el archivo, muchos éxitos en tu vida. Dios te bendiga."
Cerré el mensaje con una tonta sonrisa, me daba felicidad saber que por ese lado todo marchaba bien, era lo que había querido siempre, hacer mi vida. Intenté pasar desapercibido para que Martín no me preguntara por qué tanta felicidad, sin embargo, no pude. Las lágrimas corrían por mi rostro como cuando me conmemoraron en la ceremonia de graduación, sentía tanta cosa que no podía descifrar en sí, que era lo que me hacía llorar.
¡¿Qué tienes?! -me preguntó Martín-
traía consigo un plato con arroz, ensalada y carne en bistec.
¡Toma! -prosiguió-
me entregó el plato y me quedó mirando
¡Me acaba de llegar un correo, la profesora modesta me ha seleccionado para trabajar en Marketing Agency! -Contesté-
¡Felicidades, me da mucho gusto por ti!
¡No me entiendes!
¡¿Por qué, qué pasa?!
Lo miré por unos segundos
¡Tantas cosas, yo siempre quise terminar mis estudios y trabajar en una buena empresa, pero ya nada es igual, mi mamá no me quiere ver ni en pintura, tampoco sé cómo voy a decirle a Soledad que dejaré el puesto en su restaurante!
¡Christian tu mamá ya tomó una decisión y debes aceptarla, además ya tú tienes 21 años, no puedes dejar que eso te siga afectando! -exclamó- ¡Y por Soledad sabes que no te tienes que preocupar, ella sabía que apenas consiguieras un buen trabajo renunciarías!
¡Pero ya no quiero renunciar!
¡¿Qué? ¿Porqué?!
Bajé la cabeza y puse el plato en el comedor.
¡¿Qué pasa Christian?! -prosiguió-
Alcé la cabeza y lo miré por unos segundos
¡Nunca te das cuenta de nada ¿cierto?! -contesté-
¡¿Qué quieres decir con eso?!
me le acerqué y lo volví a mirar a los ojos
¡Esto! -exclamé-
Lo tomé por la cabeza y lo besé. Sentía como mi estomago se retorcía de amor, mi piel se erizaba cada vez que mi lengua hacía contacto con la suya, también cuando su mano me empujaba hacía él abrazándome y mi subconsciente no se atrevía a pensar en nada, sabía que mi corazón se había apoderado de lo que sentía.
¡¿Y esto?! -sonrió-
Mi corazón latía muy fuerte, tenía miedo de decirle lo que sentía. Sin embargo, me armé de valor
¡Estoy enamorado de ti Martín! -contesté-