❥ El joven esperanza ❥

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-Papá me dio la libertad de hacer cualquier actividad con ustedes – Jhope repasó la mirada por cada uno de nuestros rostros tardando más de un segundo detallando el mío – Pero antes de contarles lo que tengo planeado quiero que cada uno de ustedes se presente –

Si él era hijo del maestro, seguramente era el nuevo conocedor de mi preciado tormento. Todos comenzaron a decir sus nombres junto a su gran propósito en la vida, ahora venía Jennie y por ultimo era mi turno.

-Bueno, mi nombre es Jennie y el único propósito tengo en la vida es encontrar un buen trabajo para darle una buena vida a mi hermana menor –

-Muy bien Jennie, deseo que tu propósito se cumpla pronto – Jhope y los demás estudiantes clavaron la mirada en mí, sentía como mis nervios empezaban a alterarse, pero el suave toque de mi mejor amiga me ayudó a pronunciar algunas palabras.

-Mi nombre es Rosé, mi propósito en la vida es... olvidar –

Si, él lo sabía. La expresión en su rostro fue evidente, había lastima en sus ojos, odiaba demasiado que las personas me mirasen de aquella forma.

-Muy bien Rosé, sé que lograrás cumplir tu propósito – El muchacho se dirigió a su escritorio, tomó uno de los marcadores y empezó a garabatear algunas palabras en el tablero.

-¿Estás bien? – Jennie buscó mi mirada cerciorándose de que nada malo me pasaba.

-Sí, estoy bien – Sonreí pesadamente, me podía imaginar lo que venía con el joven esperanza.

Dos golpes al pizarrón, todos volvieron la mirada hacia el maestro recobrando sus posturas y poniéndole fin a las conversaciones que mantenían hace unos minutos.

-Bien, en mi clase no trabajarán de manera individual. Hay veinte estudiantes presentes por lo que he decidido trabajar con dos grupos de diez estudiantes – El muchacho se recostó al escritorio cruzando sus brazos por encima de su estómago – Ahora bien, si ustedes no deciden en que grupo estarán yo mismo me tomaré la libertad de asignarles uno –

El timbre sonó y todos acordaron encontrar un grupo para la próxima clase; yo no estaba segura. No me gustaba el trabajo en grupo al menos que fuera solamente con Jennie, siempre podía entregar mis trabajos de manera individual gracias “al comunicado del departamento de psicología”

-Jennie, yo no puedo hacer eso – Mantenía mi mirada clavada en Jhope quien recogía sus libros preparándose para abandonar el salón. Jennie me miró entendiéndome y apresurándose hacia el joven muchacho.

-¡Jhope! – Jennie se detuvo frente al muchacho impidiéndole avanzar – Maestro, es que tenemos un problema –

-¿Un problema? – Escondí mi rostro con la mochila, Jhope ahora estaba mirando hacia mí.

-Mi amiga no puede hacer trabajos grupales, si quiere puede preguntarle al maestro de literatura y podrá comprobarlo –

-Sí, lo sé. Papá ya me ha puesto al tanto de todo – Su sonrisa volvió a aparecer – Pero créeme que esto ayudará a tu amiga, ahora discúlpame iré a tomar un poco de café – Comenzó a salir del lugar después de ofrecerle una sonrisa a Jennie.

-Ok, creo que tendrás que hacer un esfuerzo – Jennie regresó hasta donde yo me encontraba, tomó su mochila colgándola en uno de sus hombros – Vamos, iremos en busca de nuestro grupo –

Confiaría en mi amiga por esta vez, creía que no tendría que ser tan difícil. Sería lo mismo solo que tendríamos que reunirnos fuera de las clases. Tomé mi mochila, caminé junto a Jennie por los pasillos de la escuela, siempre podía escuchar los murmullos y las risitas de los estudiantes, el señor Chan mi psicólogo asignado cuando era niña, siempre decía que no siempre las risitas que escuchaba de las personas significaban que ellos se burlaban de mí. Pero mi cerebro estaba empeñado en convencerse de lo contrario, al menos hasta ahora seguía pensando que aquellos murmullos y risitas eran ocasionadas por mi presencia.

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