last chance #o2 | namjin

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Las cosas cada vez se ponían más y más tensas, los mayores ya no sé dirigían la palabra, y los niños ya lo habían notado. Querían ayudar a sus padres a volver a hablarse o al menos a que volvieran a ser la feliz pareja que eran hace unos años. Pero esto no era asuntos de ellos y lo sabían. Lo único que les quedaba era esperar a que sus padres arreglaran las cosas aun si eso les llevaba demasiado tiempo.

En estos momentos, Jinsoung y MinJoon, se encontraban en su habitación cambiandose sus pijamas, mientras dialogaban sobre la situación de sus papás.

— ¿Crees que ellos se separen? — pregunto el menor de los tres, MinJoon.

— Ah, no lo sé Minnie, no lo creo. Ellos hace mucho tiempo que están juntos, no terminarian esto así como así — respondió JinSoung, el mayor de los tres.

El pequeño suspiro y termino de atarse los cordones. Tomo el oso de peluche que le habían regalado para su tercer cumpleaños y bajo de su cama, dispuesto a ir a despertar a su papi. NamJoon los últimos días había comenzado a dormir en el sofá ya que no podía acercarse a Jin. Si eso sucedía probablemente el mayor le cortara los testículos y se lo daría de comer a los pájaros. Si, así de enojado se encontraba.

— ¿A dónde vas Minnie? — JinSoung acomodó su camisa y le acarició el cabello a su hermano menor.

— A despertar a papito, como todas las mañanas — hizo una pausa y continuo: — Tu... ¿Podrías hacer el desayuno? Mientras dile a Hyo que despierte a papá — el era pequeño pero bastante astuto y maduro para sus cortos 5 años.

— Claro, no te preocupes — sonrió mostrando sus hoyuelos. El no era hijo biológico de los Kim pero claramente podría ser confundido como el hijo de NamJoon, eran muy parecidos física como mentalmente, además de los rasgos, sus actitudes eran bastante similares, motivo por el cual el era el favorito del pelivioleta.

Los dos hermanos salieron de la habitación y tomaron sus respectivos caminos. El pequeño MinJoon comenzó a bajar las escaleras de dos en dos, realmente ese día había despertado feliz y contento de poder poner en funcionamiento su plan. Un plan que nadie sabía y que había estado pensando durante toda la semana. Quizás no funcionará pero el haría todo lo posible por poder unir de nuevo a sus adorados y amorosos padres. Los amaba y no soportaba verlos decaidos y tristes como lo habían estado los últimos días.

Llego al primer piso y se dirigió a pasos rápidos hacia el salón, donde su padre se encontraba durmiendo. Una vez que estuvo a su lado, acarició su mejilla y beso su frente.

— Papito, despierta, ya es tarde — al no recibir respuesta ni un movimiento, comenzó a hacerle cosquillas en el estómago, donde sabía que NamJoon tenía.

El moreno comenzó a removerse y soltó una ligera risa. Abrió los ojos y se encontró con el rostro de su hijo menor. Sonrió enternecido.

— ¡Buenos días campeón! — NamJoon se enderezó y se saco las cobijas de encima, se estiro un poco y bostezo levemente.

— ¿Cómo dormiste? — pregunto el pequeño mientras acomodaba el cabello violeta de su padre. Le gustaba en demasía su cabello.

— Hm... no tan bien como antes, pero...

No termino de hablar ya que unas voces en la escalera lo distrajo de todo a su alrededor. Observo como bajaban por estas, su pequeña Hyo, JinSoung y detrás de ellos un alegre y sonriente SeokJin, el cual se encontraba hablando con sus hijos pero al verlo su semblante cambio de inmediato reemplazandolo por una nueva de tristeza y fastidio. Eso le dolio al moreno, pero el pensaba que se lo merecía por haberle hecho eso a SeokJin.

— Todo estará bien papito — susurro MinJoon en su oído para luego darle un beso en la mejilla. NamJoon lo observo irse hasta el lado de SeokJin y como lo agarraba de la mano y lo llevaba hacia la cocina con sus demás hijos pisandole los talones.

Sonrió levemente, al menos tenía a sus hijos que lo ayudaban en los peores momentos.

Después de todo, su vida no era tan mala.

210717 | lula
namjin

Aprovechen mi repentina inspiración.