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NamJoon estaba poniendo la mesa con ayuda de sus hijos. Amaba como todos cooperaban con algo tan simple. Había logrado educar bien a sus pequeños y estaba feliz por eso.

Termino de poner el último vaso y sonrió cuando diviso a SeokJin acercándose con un enorme plato de estofado. Olía demasiado bien, con solo sentir el aroma sus tripas despertaban. Eso era otra de las cosas que más amaba de su esposo, cocinaba como un jodido dios. Los platos que siempre hacían, lograban hacerlo babear por la explosión de sabores que contenían. Definitivamente el mayor siempre sería su chef favorito.

— Sientense niños, espero que disfruten la cena —hablo con una sonrisa cálida y revolvio el cabello castaño de su pequeña.

—Gracias papi —dijeron a unisono y comenzaron a devorar aquella comida que era una hermosa danza para el paladar.

NamJoon se llevó un pedazo de carne a la boca y suspiro gustoso. Eso estaba buenísimo. Pincho otro pedazo y lo comió rápidamente.

— ¡Esto está delicioso! —exclamo NamJoon y se sonrojo como una colegiala cuando el mayor le regalo una leve sonrisa, fue leve pero vamos, si es lo único que puede tener de SeokJin por ahora, no le importa, con solo ver ese gesto, siente que su corazón puede salir corriendo de su pecho debido a la felicidad del momento.

—Si papi, esto está muy bueno, amo la comida de papi — aplaudió contento el pequeño MinJoon.

—Oh muchas gracias mi bebé — sonrió logrando que unas adorables arruguitas aparecieran en su rostro.

NamJoon suspiro embobado y apoyo su rostro en una mano observando al mayor totalmente encantado. Estaba muy enamorado y se sentía un verdadero idiota por haberle hecho todo eso a su esposo, el no lo merecía. Siempre creyó que SeokJin era demasiado bueno para el, demasiado bueno para cualquiera. Debía aprovechar la oportunidad que el pelirrosa le había dado y no volver a cagarla de nuevo.

[...]

El moreno salio del baño mientras se colocaba la camiseta del pijama y con lo que se encontró en la habitación lo dejo sin aire. Sin bien los dos al ser pareja se cambiaban enfrente del otro, el menor no contaba con que se iba a encontrar con tal escena. SeokJin se estaba poniendo su boxer rosa dejando a la vista su tan apetitoso trasero. NamJoon tragó saliva y trato de buscar un poco de autocontrol dentro de su ser. Había comenzado a sudar sin previo aviso y la boca se le seco de repente. No podía mover su cuerpo, solo podía quedarse ahí, mirando el bello cuerpo del mayor, aquella piel blanquecina y delicada, esas piernas largas y fornidas y ese trasero que lo llamaba a ser tocado y mordido sin parar.

De pronto sintió como algo dentro de sus pantalones comenzaba a crecer, rápidamente se tapo su parte baja con las manos y entró corriendo al baño de nuevo. Cerro la puerta de forma brusca y se apoyo en esta tratando de calmar su acelerada respiración. A su parecer era bastante normal estar así ya que hacía bastante tiempo que no se tocaban ni tenían relaciones, en la situación que se encontraban SeokJin no lo quería ver ni en figurita, si ahora lo dejaba dormir con el era un verdadero milagro, pero si intentaba tocarlo seguro le rebanaria los testículos con un cerrucho. Si, así de enojado estaba.

Por suerte no tuvo una erección pero estuvo a punto. Decidió calmarse un poco y respiro hondo, tomo el pomo de la puerta y lo abrió lentamente, observo hacia el frente y se dió cuenta que el mayor ya estaba acostado con un libro entre las manos. A SeokJin le gustaba leer un poco antes de dormir, decía que ayudaba a la mente y que podía descansar mejor. El levantó la mirada de su lectura y lo observo atento, lo miro con el ceño fruncido y volvio la vista de nuevo al libro.

El menor suspiro nuevamente y se acercó a la cama metiéndose entre las sábanas, se quedó mirando el techo y nervioso por estar a escasos centímetros de Jin. Su aroma a vainilla y canela era un deleite para sus fosas nasales. Cerro los ojos y trato de concentrarse en dormir, pero le era bastante difícil, sentía el calor que emanaba del cuerpo del mayor y tenía ganas de darse la vuelta y abrazarlo con todas sus fuerzas pero no podía.

Se dió la vuelta y oyó el sonido de la lámpara de Jin apagandose, sintió como el mayor se removia entre las sábanas probablemente acomodandose para dormir. NamJoon se dió la vuelta y se encontró con la espalda del pelirrosa frente suyo, se giro por completo y tomo aire. Quizás lo que estaba por hacer era una idiotez pero a fin de cuentas no tenía nada que perder, además de su dignidad, o lo poco que le quedaba.

Levantó el brazo y lo posó lentamente sobre la cintura de Jin. Sintió como este se tensaba y de inmediato quiso sacar el brazo, pero mayor fue su sorpresa cuando el mayor tomo su mano entrelazandola con la suya. Luego se fue un poco para atrás y apoyo la espalda en el pecho de NamJoon.

El moreno sonrió satisfecho y lo apretó un poco más, escondiendo su rostro en el cuello de SeokJin.

Cerro los ojos y suspiro feliz. Seguramente esa noche dormiria bien y contento.

310717 | lula
Namjin

last chance #o2 | namjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora