Comenzó a abrir los ojos lentamente, ya que la luz que entraba por la ventana le molestaba en la cara. Bostezo un poco y se froto sus ojitos castaños con las manos, se giro para ver la hora y se dió cuenta que todavía era temprano así que se volvió a tumbar en el colchón.
Quiso acomodarse en la cama pero no sé había percatado de que un fuerte brazo estaba ceñido en su fina cintura. De inmediato se puso nervioso y al girar el rostro se encontró a NamJoon todavía dormido, con el pelo violeta desordenado y la boca entreabierta. Su respiración era calmada y pausada, parecía un ángel. Su rostro se veía demasiado pacifico y tranquilo, quizás era porque ya no dormía en el sillón. No porque le tenga abrazado, no, claro que no.
Se dió la vuelta por completo y quedó frente a frente con el rostro del moreno, sentía su aliento en la cara, a pesar de todavía no lavarse los dientes, NamJoon siempre tenía buen aliento. Eso era algo que disfrutaba el mayor ya que a la mañana siempre se daban besitos, por supuesto que ahora no, porque estaban peleados.
El menor por las mañanas era realmente bello. SeokJin suspiro. Quería arreglar las cosas con su moreno, pero era difícil olvidar lo que había hecho de la noche a la mañana. Todavía le seguia doliendo, pero ya era tarde para arrepentirse, ya le había dado la oportunidad a NamJoon. Lo único que le quedaba era que el menor hiciera lo que había prometido.
Y si no lo lograba el mayor iba a quedar realmente devastado, no quería que su familia se destruyera y menos quería que su matrimonio se arruinara. Supongo esto es algo de lo que todos deben pasar una vez en la vida. Y en verdad es duro. Solo esperaba que todo se arreglara y puedan seguir con sus vidas, como había sucedido los últimos años.
— ¿En qué piensas? — el pelirrosa dió un respingo. NamJoon lo observaba de cerca y con los ojos rojos por recién despertarse.
Vaya a saber hace cuanto tiempo estaba despierto y el mayor ni cuanta se daba.
De pronto, las palabras se le trabaron. No sabía que decir. Obviamente no iba a explicar todo lo que pasaba por su cabecita, eran solo pensamientos de el, los cuales contenían al moreno. No quería demostrarle que todavía pensaba con el pelivioleta de aquella manera. Iba a evitar que el menor lo viera como débil, o quizás solo eran suposiciones suyas. Aún así, nada de lo que aparecía en su mente se lo iba a decir, claro que no.
— Mmh, en nada, solo pensaba — se encogió de hombros como pudo. El moreno sonrió y le pasó la mano por la mejilla acariciandolo.
Si esto fuera en otro momento, probablemente SeokJin le hubiera apartado la mano de un manotazo, pero se sentía bien el contacto que le proporcionaba el menor, lo relajaba por completo.
— Eres hermoso — soltó el menor sin previo aviso.
El pelirrosa se sonrojo por completo, y bajo la mirada tratando de esconderse, aunque no lo iba a lograr ya que estaban demasiado cerca y el moreno podía sentir cada uno de sus movimientos.
— Hey, no te escondas — río levemente y continuo: — sabes que aún así tu belleza resalta de cualquier manera — SeokJin abrió la boca sorprendido y quiso que la tierra lo tragara.
Estaba tan avergonzado. El moreno siempre lograba cambiar su estado con solo unas simples palabras. Siempre había odiado ese tipo de efecto que tenía sobre el. Con solo decirle algo bonito ya lo tenía a sus pies. NamJoon siempre había sido un seductor y eso lo tenía más que claro.
— C-claro que... n-no me estoy escondiendo. Solo me incomodas — soltó como pudo ya que había comenzado a tartamudear.
— Si, como digas — volvió a reír y se acercó un poco más hacia el cuerpo del mayor —. ¿Y qué pasa si hago esto?
NamJoon rozo su nariz con la suya en un adorable beso esquimal, que logro ponerle los pelos de punta. Quería alejarse. Necesitaba alejarse, pero su cuerpo no respondía, parecía estar en una especie de shock o bloqueo mental.
SeokJin posó sus dos manos en el pecho bien formado del moreno e intento moverlo al menos un poco pero el agarre en su cintura se intensificó, haciendo que sus piernas se juntaran y sus entrepiernas se tocaran, debido a esto un leve gemido salió desde los gruesos y rosados labios del mayor.
— B-basta... N-namjoon, alejate — empujó un poco más pero la fuerza del moreno nunca cedió.
SeokJin comenzaba a desesperarse. No quería que NamJoon viera cuanto lo necesitaba. Cuanto extrañaba sus besos y sus caricias matutinas, cuanto extrañaba que se riera de sus chistes malos, aun si su risa era fingida. Lo extrañaba y eso era lo único que importaba.
— SeokJin te amo. Perdóname por favor. De verdad nunca quise hacerte daño, te necesito como el oxígeno para respirar. Los minutos que no estoy contigo son como si fuera muriendo poco a poco, eres lo más preciado e importante que tengo en la vida. Sabes que sin ti, no soy nada — se acercó un poco más y rozaron sus labios, ansiosos de unir sus belfos en un beso tan deseado.
Pero SeokJin aún no olvidaba y eso era lo peor de todo.
— NamJoon yo... — junto un poco más sus bocas y al instante se arrepintió —. Lo siento, pero no puedo.
Se levantó rápidamente safandose del agarre del moreno y salió disparado de la habitación, con el corazón doliendo y un NamJoon devastado con un nudo en la garganta.
020817 | lula
NamjinNo estoy conforme con el capítulo, pero lo subí para no dejarlas sin nada ):
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last chance #o2 | namjin
Fanfiction❝ SeokJin veia que su familia y su hogar se desmoronaban de a poco y en verdad necesitaba hacer lo posible por remediarlo. Pero cuando descubre el doloroso secreto que NamJoon le tiene guardado, siente que su mundo se destruyo por completo y quizas...