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Un tono, dos tonos, tres tonos... y NamJoon aún no contestaba su teléfono. Realmente el mayor estaba comenzando a ponerse nervioso y atemorizado.

¿Y sí a NamJoon le había pasado algo por el camino? Tenía miedo de que su esposo haya sufrido un accidente y de solo pensar eso sintió como su estómago se revolvia. No podía pensar cosas positivas, cuando eran las 02:30 de la madrugada y el menor no llegaba ni siquiera contestaba las llamadas ni mensajes que el pelirrosa le mandaba.

Hasta que sintió como la puerta de entrada se abría, SeokJin se paró rápidamente del sofá y fue hacía allí ansioso de ver a NamJoon. Y al instante supo que algo andaba mal. Tragó saliva y espero que el menor cerrará la puerta para comenzar a hablar.

— NamJoon, ¿estás bien? — el mayor se acercó temeroso e intento tocar el hombro del de cabello violeta, pero este se apartó rápidamente.

Se dió la vuelta y colgó la chaqueta en el perchero de la entrada, observo al mayor y paso de largo ignorandolo olimpicamente. SeokJin frunció el ceño y lo siguio hasta la cocina.

— ¿Por qué demonios me ignoras? — el pelirrosa pregunto mientras apretaba los puños fuertemente.

NamJoon apoyo las manos en la mesada y respiro profundamente, se apartó de allí y se dirigió hacia la heladera para servirse un vaso de agua pero antes de agarrar la botella SeokJin la tomo y lo enfrentó con el semblante serio. El menor lo observo enojado y luego desvío la mirada. Definitivamente algo andaba muy mal.

— Tenemos que hablar NamJoon.

El menor lo observo nuevamente y negó yendose de la cocina pero en un movimiento rápido SeokJin lo tomo del brazo dándole la vuelta.

— ¡¿Que mierda te pasa?! Hablame por favor — el mayor comenzaba a perder la compostura y quería evitarlo ya que necesitaba hablar de forma civilizada.

— SeokJin estoy cans...

— Nada de estoy cansado — lo interrumpio para luego continuar: — siempre dices lo mismo y me terminas evitando, ¿que te sucede? Si pasa algo debes decirmelo, si no... ¿cómo te ayudaré? Sabes que los problemas los enfrentamos juntos, siempre ha sido así.

— Esto es distinto.

— ¿Distinto en que sentido? — el mayor busco su mirada la cual se encontraba en el suelo de madera, pero el menor nunca lo miro a los ojos.

NamJoon volvió a negar y se safo del agarre de Jin, comenzó a caminar hacia las escaleras pero una pregunta proveniente del mayor lo hizo detenerse bruscamente.

— A-acaso... ¿y-ya no me... amas? — por el tono en su voz supo que iba a comenzar a llorar y en verdad, se sentia un verdadero idiota por hacerle esto al hombre que amaba.

Siempre terminaba arruinando todo lo bueno que le pasaba en la vida, no por algo lo llamaban el dios de la destrucción. Se dió la vuelta, SeokJin estaba sostenido del pasamanos de la escalera mientras lágrimas caían sobre sus mejillas. Ya lo había hecho llorar, ¿es que no podía hacer nada bien?

Se acercó lentamente a él y le pasó la mano por la mejilla tratando de borrar algún rastro húmedo. El mayor levantó la mirada y algo dentro suyo se rompió cuando se dió cuenta que el brillo que sus ojos siempre tenían ya no estaba ahí. No entendía todavía, como es que había hecho eso días antes, ni siquiera pensó en lo que podía llegar a afectarle a su esposo. Solo pensó en el y en su necesidad. Era un maldito egoísta. De solo pensarlo, tenía ganas de vomitar. Se daba asco.

— Jin... y-yo...

¿Cómo se lo diría? No era nada fácil lo que estaba pasando, ¿cómo le diria lo que había hecho? Pocas imágenes de ese día se le venian a la cabeza y otros de sus hijos y de Jin, eran como una tortura constante.

— Y-yo... te fui infiel.

No supo como ni cuando pero su cara ya había sido empujada por una bofetada proveniente de SeokJin. Puso su propia mano en su mejilla y observo al hombre frente suyo, el cual su rostro estaba desfigurado por el dolor y la rabia.

— Me das asco Kim NamJoon — escupio con furia y luego corrió hacia la habitación que compartían ambos.

El moreno comenzó a llorar sentado en la escalera, se tomó el pelo y tiro de el intentando que todo el dolor que sentía en este momento se fuera, pero después de todo se lo merecía por haberle roto el corazón al amor de su vida.

210717 | lula
namjin

last chance #o2 | namjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora