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—Papi, ¿estás bien? —Hyo, observó preocupada a SeokJin.

Hace varios días que todos en la casa lo notan distante y retraido como si no quisiera hablar y su alegre humor de siempre se hubiera esfumado en un parpadeo. Apenas come, y eso sí es bastante extraño ya que el pelirrosa se asimila a un barril sin fondo. Otros de los aspectos que comenzaron a notar en el son sus oscuras ojeras bajo sus ojitos almendra. El ama el maquillaje y lo usa todo el tiempo, pero es como si se hubiera olvidado de todo eso, como si su mente se hubiera ido a otro lado permaneciendo su cuerpo en su lugar.

La pequeña tragó saliva. Esto era algo que comenzó hace una semana. Ella o sus hermanos le hablaban y el solo asentia o ni siquiera hablaba.

Su papá también estaba preocupado, a pesar que el estaba completamente ignorado por el mayor. NamJoon ya no sabia que hacer, luego de esa mañana terrible en la cual SeokJin habia desaparecido de la habitación casi volando, el mayor salió sin decir nada y no volvió hasta la tarde, solo hablandole a sus hijos y aún ignorando al menor. A NamJoon eso le había dolido. No entendía que le pasaba, estaba demasiado ausente, a estas alturas hasta ignoraba a sus hijos. No era justo, ellos no tenían la culpa de las peleas de ellos dos, eso era asunto de los mayores.

— ¡Buen día pequeños! — vocifero el pelivioleta luego de bajar por las escaleras con una sonrisa que al ver a su hijita con lágrimas agolpando en sus ojos, corrió preocupado hacia ella.

— ¿Bebé que sucedió? — NamJoon le corrió el flequillo con la mano y le acarició suavemente la mejilla tratando de tranquilizarla un poco.

— Papi ya no nos habla — hablo MinJoon luego de venir desde el living con un libro en las manos.

Su expresión era sería, y era raro en el ya que siempre estaba sonriendo, igual que SeokJin. Pero ahora solo sus ojitos estaban tristes y su boca se encontraba distorsionada en una mueca. El pequeño conecto miradas con NamJoon y de inmediato bajo la cabeza, paso por su costado pasando de largo sentandose al lado de su hermana mayor, mientras le sobaba la espalda y le decía cosas al oído. El mayor observo como la pequeña asentia y se bajaba del pequeño taburete en el cual estaba sentada para luego correr escaleras arriba.

— ¿Que sucede? — ahora fue el turno de JinSoung de aparecer. Venía aún con su pijama de ositos y flores mientras se restregaba los ojos con la mano.

— Necesito que me ayudes con papi, no habla y Hyo estaba llorando — hablo rápidamente para dirigirse hacia su hermano tomando su mano y arrastrandolo hasta quedar a un lado de SeokJin, el cual observaba por la ventana mientras tomaba de su café, ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor.

Suspiró. — Está bien — le tocó el hombro a su papi y este salto sorprendido por el repentino contacto —. Papito, necesitamos hablar contigo, ¿podemos?

SeokJin los observo con el ceño fruncido y asintió lentamente, los dos pequeños lo agarraron de cada brazo llevándolo hacia el living, todo bajo la mirada de un confundido NamJoon, y un poco enfadado ya que sus hijos lo habían ignorado olimpicamente.

Este había sido el primer signo de vida de SeokJin luego de muchos días, por fin sus hijos podían respirar con alivio.

NamJoon camino hacia la puerta del living y se quedó recostado en el marco, ansioso por lo que tuvieran que decir sus hijos o Jin. Tragó saliva ansioso, hasta que sintió como algo chocaba a un lado de su cadera, una Hyo desesperada paso corriendo por su lado hasta sentarse en el sillón junto con sus hermanos y el mayor.

— Ahora, dime, ¿Hay algo que te preocupa? — comenzó hablando el mayor de los tres a la vez que tomaba la mano de su papi Jin.

SeokJin bajo la mirada y negó con la cabeza. Signo de que estaba mintiendo. Todos en la casa conocían las manías del mayor cuando mentia, era como un libro abierto, algo que a veces lo perjudicaba. Hyo suspiro mientras tomaba la otra mano del pelirrosa, para luego ella tomar la iniciativa.

— Papi, sabes que nosotros siempre estaremos contigo pase lo que pase. Somos una familia, nunca abandonamos a los nuestros. Así que puedes decirnos lo que tu quieras, solo queremos ayudarte — sobo los dedos de la mano del mayor y le dedico una tierna y sincera sonrisa.

NamJoon sintió un nudo en la garganta en el momento en que los ojos de Jin se llenaban de lágrimas, para luego soltar un quejido lastimero y desplomarse en los brazos de sus hijos. El pequeño MinJoon también comenzó a llorar a la par del mayor transformando sus labios en un puchero, paso sus diminutos deditos en el rostro de Jin apartando cualquier rastro de lágrimas. Pero era imposible, parecía no querer dejar de llorar, como si todo lo que estaba sintiendo estuviera saliendo en ese preciso momento.

El menor se quiso acercar a su familia para ayudar a consolar a su esposo, en verdad le estaba doliendo el estado en el cual se encontraba SeokJin. No podía verlo asi, le partía el corazón en miles de pedazos. En el momento en el que estuvo cerca del pelirrosa, JinSoung le envío una mirada de advertencia, diciéndole “no te atrevas a acercarte”. NamJoon lo miro con ojos tristes, hasta su hijo favorito lo odiaba.

Esto era peor de lo que pensaba. El intento de enamorar al mayor no los estaba llevando hacia ningún lado, solo había tristeza, desesperación, odio, rencor. Y si mezclabas todo eso, era una bomba a punto de estallar.

Quizás, debía rendirse y dejar en paz al mayor. Lo unico que lograba era lastimarlo más y más, algo que lo hacía sentir impotente.

Estaba decidido. Le daría el divorcio a SeokJin como quiso al principio, con tal de que el mayor sea feliz, lo haría.

040817 | lula
Namjin

last chance #o2 | namjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora