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Dentro de aquellas cuatro paredes solo se podían escuchar suspiros y maldiciones. El moreno se encontraba entre las piernas del mayor ayudandolo con su problema. SeokJin se quejaba y soltaba gruñidos de vez en cuando.

— Aish, ¡NamJoon hazlo más despacio! — el mayor se retorcio de dolor y soltó un quejido cuando el menor toco su parte sensible.

— Lo siento cielo, pero si no te quedas quieto no podré ponerte esto. Será solo un poco, luego no dolera — se acercó un poco más hacia el cuerpo de Jin para poder tener mejor acceso a donde quería llegar.

— Está bien, pero no le pongas tanto alcohol, que me arde la heri- ¡Ay!

— Dije que te quedarás quieto — el moreno sonrió tiernamente y beso su rodilla para luego ponerle una curita de Barbie — listo.

Se encontraban en el baño de su habitación, Jin estaba sentado en el lavamanos y NamJoon se encontraba a sus pies para poder ver mejor sus rodillas y curarselas lo más rápido posible.

SeokJin se observó los brazos y las piernas e hizo una mueca. ¿Cómo había llegado a esto? Se sentía decepcionado de sí mismo. Había quedado tan humillado frente a los ojos del menor que ahora no quería mirarlo a la cara. Sin embargo, si no hubiera sido por NamJoon quizás estuviera en una situación peor.

Suspiró. Esto no estaba nada bien, no podía creer hasta el punto que había llegado, fue horrible el momento que tuvo que vivir hace minutos. Probablemente fue la peor de todas. Está vez aquella voz había llegado demasiado lejos. El se había lastimado y mucho. Ahora todo su cuerpo estaba lleno de curitas y gasas para que no se le infectara nada.

Tenía ganas de volver a echarse a llorar, pero tenía que aguantarse. Iba a ser fuerte de ahora en adelante. Hizo un puchero, aunque no sabía cómo, el era demasiado sensible para cualquier circunstancia que se cruzara por su camino. Así que evitar echarse a llorar como todo un bebé iba a ser demasiado complicado.

— ¿Estás bien? — SeokJin bajo la mirada y se encontró con los ojos gatunos de NamJoon observarle atentamente.

— Creo que si — se sonrojo un poco, aún con todo lo que había pasado, todavia se sentía un bobo enamorado cuando estaba cerca del moreno.

El menor sonrió y unos adorables hoyuelos aparecieron alrededor de su boca. Levantó la mano y la coloco en la mejilla de Jin, acariciando lentamente deleitandose con la suavidad de la piel contraria. El mayor cerro los ojos y soltó un suspiro. Siempre le habian gustado las caricias del menor, eran tiernas y tranquilas, capaz de traerle paz a su alma. A veces le sorprendía el efecto que tenía el moreno sobre el.

— Te amo SeokJin.

El pelirrosa abrió los ojos de golpe y se encontró con el rostro de NamJoon más cerca que antes. No sé había percatado de que el menor se había parado. Su nariz casi rozaba la suya y su aliento se mezclaba con el contrario. Estaban tan cerca. SeokJin podía sentir el calor que irradiaba el fornido cuerpo de su esposo. Solo tenerlo tan cerca lo volvía loco.

NamJoon decidió tomar la iniciativa y se fue acercando cada vez más hacia SeokJin cerrando los ojos a la vez. Sus labios se tocaron levemente, sus pechos se encontraban casi pegados, haciendo que sus corazones bailen en una misma sincronía. Demostrandose que a pesar de todo se seguían amando.

SeokJin en verdad no creía poder resistir tanto tiempo, así que deslizó sus manos detrás del cuello de NamJoon y unió sus rosados labios con los gruesos del moreno. Solo era un toque, un roce, sus labios solo se estaban abrazando, disfrutando del cariño que no tenían hace tiempo. NamJoon tomo la cintura del mayor y lo impulso hacia arriba haciendo que el contrario enredara sus piernas alrededor suyo.

Y ahora el fuego de la pasión los tomaba por completo.

060817 | lula
Namjin

Perdón por hace el capítulo muy corto y cortarlo en el mejor momento pero hay una segunda parte así que no se desesperen e.e

last chance #o2 | namjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora