Capítulo 2.

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                                                                                        (Hostage)



Abrí poco a poco mis ojos, dejando que estos se familiarizaran con la luz del ambiente. Cuando más o menos mi visión se aclaró comprobé que esa habitación no pertenecía al castillo. Estaba en una especie de comedor que era atravesaba por una alargada mesa, donde yo me encontraba a un extremo.

Intente levantarme, pero fue en vano, ya que mis brazos y piernas estaban atados a la silla.

"Vaya, vaya, pero si nuestra invitada ya se ha despertado" - Dijo una voz desde el otro extremo de la mesa.

"Cierto maestro" - Le contesto otra.

"¿Quiénes sois?" - Les pregunte con un resquicio de miedo.

"Yo soy la oscuridad en persona" - Dijo el que tenía una voz más siniestra.

"¡No jodas, enserio!" - Le dije sarcástica – "Mierda por qué en las peores situaciones es cuando aparece mi lado sarcástico"

"Más respeto muchacho" - Me dijo la otra voz.

Entonces pude mirar mejor y vi que quien me había dicho eso, era el enmascarado del castillo.

"¡Eres tú!" - Le dije echa una furia.

"¿Quién sino?" - Me dijo en tono de burla.

"¡Te juro que cuando me desate te voy a arrancar la cabeza cabrón!"

"Vaya, pero si la gatita está sacando las uñas"

"¡Si y esta gatita que está aquí va a usar sus uñas para dejarte la cara echa un puzle!"

"Genial así tendré un nuevo saco con el que entrenar"

"¡Pero serás gilipollas!" - Le grité echa una furia mientras me intentaba parar para romperle la cara. A lo que él me respondió con una risa de psicópata que más rabia me dio.

"Vanitas para, deja de molestar a nuestra invitada" - Le dijo el otro.

"Si maestro"

"Sabes te recomiendo que vayas al diccionario más cercano que tengas para que busques lo que significa la palabra invitada y luego compares con tu idea de lo que es" - Y hay estaba de nuevo el lado sarcástico.

"Te he dicho que respetes criatura insignificante" - Me dijo el imbécil con un tono más fuerte.

"Te digo lo que me puedes comer o ¿te haces una idea?"

"No aprecias tu vida o ¿Qué?" - Me dijo ya furioso.

"O ven y lo averiguares tío duro que al otro lado de la habitación es mucho más fácil decir las cosas"

"Se acabó, ahora veras" - Dijo estallando mientras hacía aparecer su llave espada.

"¡Silencio los dos!" - Dijo aquella persona furiosa haciendo que los dos dejáramos de discutir.

"Vanitas vuelve a tu sitio"

"Pero..."

"No lo repetiré dos veces"

"Si maestro" - Dijo resignado mientras volvía a su lugar, yo le hice una mueca victoriosa.

Entonces el hombre aquel se para y me miro por un momento.

"Como te he dicho con anterioridad eres nuestra invitada y no desearía que estuvieras incomoda"

"Vale ¿Dónde está la cámara oculta?" - Dije mientras miraba de un lado al otro.

Ecos de un Pasado Lejano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora