Capítulo 7.

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                                                                     (Only Love Can Hurt Like This)



Abrí mis ojos lentamente, desorientada, todo me daba vueltas.

"¿Dónde estoy?" - Pensé mientras me llevaba una mano a la cabeza.

Cuando el mareo se me paso, pude ver que de nuevo no estaba en la habitación sino en un lugar completamente oscuro. Estaba sentada en el suelo con la espalda apoyada en una superficie lisa y fría.

De repente una luz me segó haciendo que me llevara las manos a la cara para cubrir mis ojos. Una vez que estos se acostumbraron al repentino flash de luz abrí una pequeña abertura entre mis dedos para ver que aquella luz todavía seguía ahí, iluminándome; por lo que decidí acercarme para ver qué era.

"Esto es.... ¿una linterna?" - Dije mientras agarraba el objeto - "¿Qué hará una linterna en medio de este lugar?" - "O más bien, hubiera sido qué hacía yo en este lugar" - Pensé mientras iluminaba el lugar donde estaba sentada para encontrarme una enorme pared de metal.

Entonces comencé a iluminar de un lado a otro para ver que estaba en lo que parecía un enorme pasillo.

"Tal vez si voy por aquí llegué a algún sitio" - Dije mientras me adentraba en la profunda oscuridad únicamente con una linterna para iluminar mi camino.

No sé cuánto tiempo llevaría caminado, minutos, horas, quién sabe; a medida que caminaba sentía como el aire se volvía cada vez más pesado y tenso. A qué nueva boca del lobo me estaría adentrando ahora.

"Hola ¿Hay alguien ahí?" - Pregunte a medida que caminaba por aquel profundo pasillo, cuya oscuridad parecía engullir la luz de la linterna a cada paso que daba, sin respuesta alguna.

De repente me pareció ver que aquel lugar llegaba a su fin, debido a que en el fondo de aquel lugar me pareció ver una leve luz azul celeste, por lo cual acelere el paso. Aunque esto no duro mucho ya que tuve que frenar, debido a que la luz que había visto provenía de una pequeña abertura de dos puertas de metal. Sin pensármelo dos veces, introduje mis dedos a través de aquella pequeña abertura para comenzar a empujar a ambos lados con todas mis fuerzas, haciendo que a duras penas la puerta se comenzara a abrir a medida que un sonido desgarrador se hacía presencia en el ya idílico ambiente.

Cuando por fin logré abrir la puerta, me quedé impresionada al ver que el lugar de donde provenía la luz era de una enorme habitación completamente cristalizada. Paredes, suelo, techo, todo cubierto por una gruesa capa de un hermoso cristal azul celeste; pero lo más llamativo de todo el lugar era que justo en el centro de la habitación había como una especie de capullo floral, que me recordó en el que Sora había estado durmiendo mientras yo le arreglaba sus recuerdos, del mismo cristal de un vivo azul celeste.

Me acerque poco a poco a dicho objeto mientras lo iba observando más detalladamente, este tenía una superficie rugosa y lo que se suponía que era el tallo que sujetaba la estructura, estaba unida de tal forma al suelo que era como si hubiese echado raíces; pero lo más llamativo de todo eso era que en su superficie tenía incrustado una espada. Cuando ya estuve justo enfrente de él, pasé mi mano por la superficie hasta posicionarla sobre la hermosa espada de plata, con la curiosidad por saber que habrá pasado en este lugar.

Entonces mi vista se centró en una sombra que había dentro del capullo, pero no podía distinguir bien lo que era ya que la opacidad del cristal lo impedía.

"Creo que hay alguien dentro" - Dije mientras veía aquella sombra.

Acto seguido comencé a dar pequeños golpes sin saber exactamente el por qué, pero después de un rato al no conseguir nada dejé de hacerlo para volver a centrar mi vista en la espada para leer un grabado que esta tenía en la empuñadura.

Ecos de un Pasado Lejano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora