Capítulo 24.

5 2 1
                                    

                                                                                     (Stand by Me)


A la mañana siguiente me desperté y lo primero que hice fue recordar todo lo ocurrido la noche anterior, inevitablemente no pude evitar sonreír había sido una de las mejores noches de mi vida. Seguido a esto miré a la chica que descansaba profundamente sobre mi pecho, volví a sonreír, al pensar en sólo ella era más que suficiente para llenar el horrible vacío que poco a poco me consumía.

"Tal vez debería pedirle que sea mi novia ¿No?" – Pensé – "Ella ya sabe que lo es, pero sólo como una forma de formalizar las cosas... se supone que eso es lo que hacen las parejas normales"

Después de pensar aquello, lo cual meditaría más adelante me levanté y fui directo al baño a ducharme, una vez limpió me vestí.

"Qué raro me siento al verme sin armadura" – Pensé ya que me había vestido como un chico normal.

Después de aquel lapsus, dirigí mi vista de nuevo a la hermosa rubia que ahora se encontraba dándome la espalda, aún dormida, tuve una perfecta vista de su desnuda espalda. Había memorizado cada pulgada de su espléndida anatomía. Me acerqué hasta ella para darle un beso en sien – "No vemos dentro de un rato, descansa" - Le susurré.

Seguido a esto, abrí un portal y desaparecí dentro de este, tenía que resolver un par de cosas.

Mientras tanto, en otro orden de cosas cierta chica de pelos castaños se encontraba observando a través de la ventana las suaves gotas de lluvia chocando contra esta, el sonido del agua cayendo era algo que la tranquilizaba; sobre todo después de la noche tan horrible que había pasado.

Esta estaba sentada en la cama, abrazándose a sí misma, desde allí tenía una vista privilegiada de aquella habitación que tanto conocía, aunque en aquellos momentos se sentía incomoda estando ahí; una usurpadora de aquella habitación que siempre había sido acogedora y cálida.

De repente la puerta se abrió y de ella emergió la figura de un muchacho.

"Vaya, veo que ya te has levantado" – Dijo este contentó – "La tormenta todavía sigue, pero ya ha amainado un poco" – Le comunicó, una mera forma de romper la tensión que había en el ambiente.

Después de aquello, este camino tranquilamente hasta tomar asiento en la cama, al lado de la chica.

"¿Te encuentras mejor?" – Le preguntó él.

Ella no contestó, únicamente agachó la mirada.

"Olette, di algo, me tienes bastante preocupado" – Dijo Roxas, intentando buscar aquellos ojos verdes – "Ayer cuando fui a deciros que no podía salir con vosotros porque el rey me había convocado, te encontré llorando en una esquina del lugar de siempre, te pregunté varias veces que te pasaba, pero no podías parar de llorar, ¿Qué te paso?" – Pero esta siguió sin dar respuesta alguna – "Tu madre me llamó preocupada anoche, le dije que la tormenta nos había pillado y que todos nos quedaríamos a dormir en mi casa" – Lo cual era mentira, ya que sólo eran ellos dos.

Olette no pudo evitar sonrojarse al recordar que llevaba puesta la ropa de Roxas de pijama, una simple camiseta unos boxers negros con estampado de estrellas blancas, por lo que para que el chico no viera su rojez, esta dirigió su vista al suelo. A la improvisada cama hecha a base de almohadas.

"Por favor" – Suplicó él.

Esta respiró profundamente – "No sabría por dónde empezar" – Le dijo esta – "Mi cabeza es una tormenta de recuerdos" – Dijo mientras miraba hacia la ventana.

Ecos de un Pasado Lejano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora