Ecos de un Pasado Lejano.

Capítulo 23.

                                                                                   (Stand by Me) 

(Todo estamos asustados, todos tenemos cicatrices, pero en los altos y en los bajos nunca me dejaste sola. Dime quién, ¿Quién sería sin ti? No importa lo mucho que perdamos; siempre apostaría mi vida a ti)

¿De verdad era ella? Sí lo era, pero era ¿La que yo recordaba? En ese caso la respuesta era negativa.

Todavía no me podía creer que la persona que tenía entre mis brazos fuera Naminé, tenía que ser imposible, pero en realidad no lo era; quería estar feliz de que por fin ella hubiese vuelto conmigo, pero por alguna extraña razón era incapaz de sentir aquel estado.

Volvía a mirarla, pero esta vez más detenidamente, aquella piel porcelana ahora se encontraba resquebrajada, marcada, llena de heridas cada una peor que la anterior. Pero lo que me dejo descolocado y a su vez, hizo que entrase en pánico era la sangre que la manchaba.

"Naminé" – Susurré intentando despertarla, pero no obtuve respuesta, esta estaba cada vez más pálida.

Rápidamente acerqué mi cabeza a su pecho, pude oír los latidos de su corazón, era bastante lentos y su respiración era casi inexistente. Aquello me puso todavía en un estado peor, tenía que actuar cuanto antes o si no sí que la acabaría perdiendo esta vez y para siempre, pero yo no era capaz de darle la urgente atención que ella necesitaba por lo que no tenía más remedio que recurrir a otros.

"Aguanta pequeña"- Le supliqué mientras me incorporaba y la cargaba entre mis brazos. Para seguido a esto abrir un portal.

Pero antes de entrar tuve que detenerme ya que me pareció una especie de sombra humana de entre los árboles, pero rápidamente deseché la idea – "Serán imaginaciones"

Por otro lado, en Vergel Radiante, más concretamente en la casa de cierto hechicero, Areith y Yuffie se encontraban disfrutando de un té en compañía de dicho hechicero, conversando tranquilamente mientras disfrutaban del ruido de fondo de la lluvia. Hasta que un momento dado el mago paró de hablar para dirigir su vista hacia la puerta.

"Merlín ¿Ocurre algo?" – Le preguntó la ninja al ver el repentino cambio de actitud del mago.

"Alguien viene" – Dijo este – "Es una presencia oscura"

Tras decir aquello, se pudo escuchar como llamaban a la puerta, rápidamente todos en el interior se pusieron en alerta; preparados para entrar en acción ante los insistentes golpes que daban contra la puerta. Fuera quien fuera el que estaba en el exterior, parecía tener cierta impaciencia.

"Hay un hechizo protector alrededor de la casa, no podrá entrar a menos que nosotros se lo permitamos" – Mencionó Merlín.

"¿Qué hacemos?" – Le preguntó Yuffie – "¿Atacarle?"

"Un momento Yuffie" – Dijo Areith frenando a su amiga, estaba miraba fijamente la puerta, había algo en todo esto que no terminaba de encajar.

La castaña se acercó a la puerta, en contra de las miradas que le daban sus otros dos acompañantes, esta era capaz de sentir al igual que el mago la presencia maligna que había en el exterior, pero además también podía sentir que aquella persona necesitaba su ayuda urgentemente. Por lo que, respirando profundamente, y deseando no estar equivocada abrió la puerta.

Lo primero que vio fueron unos ojos dorados, sabía perfectamente quien era su dueño, pero a diferencia de otras ocasiones estos ya no denotaban la superioridad con la que miraba a todos su portador, esta vez pedían ayuda.