Cap 16: Caballos

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Sans vuelve a la orilla. Mira al bote y el vestido aún sigue ahí.

–Ay dios... –se empieza a poner nervioso.

Allá al fondo, por la mitad del lago, se puede ver a Frisk, nadando.

El esqueleto se prepara para gritar el nombre de la chica, pero decide que no es buena idea, llamaría demasiado la atención.

–Rayos... –susurra mientras corre hacia el bote.

Empuja la pequeña embarcación hasta el agua, dejando un rastro en la arena. Se sube y empieza a remar.

Frisk se da cuenta de que Sans está remando hacia ella. Ya está un poco cansada de nadar, así que decide acercarse.

–Hola Sans, que haces aquí? –saluda, apoyándose en el borde de la barca.

–Frisk, sube a la barca, rápido! –dice con un tono nervioso.

–Qué? Por qué?

–Te lo explico luego.

Frisk coge impulso y se sube a la barca. Un poco de agua cae por todo el suelo fe madera. Sans no puede ver a su compañera porque está de espaldas a ella.

–Me vas a explicar lo que pasa?

–Más tarde... –empieza a remar hacia la otra orilla lo más rapido que puede–. Creo que tienes algo en mi mochila para secarte...

No tardan más de 5 minutos en llegar a la otra orilla. Sans salta a la arena, pero no mira hacia atrás.

–Ya estás vestida? –pregunta mirando hacia el frente.

–Si, ya estoy –responde, saltando a la orilla.

Frisk empieza a caminar hacia el bosque, perdiéndose dentro de la maleza. Sans hace lo mismo, pero antes de meterse entre los árboles, mira hacia el lago. En la otra orilla se pueden ver dos soldados montados a caballo, señalándole.

–Oh, mierd...! –entra rápidamente al bosque.

Al otro lado hay un pequeño camino de grava.

–Hacia donde vamos? Derecha o izquierda? –pregunta Frisk.

–Mmm... –mira hacia ambos lados–. Izquierda.

Sans empieza a caminar y Frisk lo sigue unos pasos más atrás.

–Me vas a contar por qué estás tan nervioso? –pregunta.

Sans respira hondo y se prepara para contarle la verdad. Pero el ruido del galope de varios caballos lo interrumpe.

–No voy a dejar que la capturen... No lo permitiré... Ya he perdido a suficientes seres queridos... –dice Sans en su cabeza.

El esqueleto se para en seco, se quita la mochila y la tira a un arbusto que está a su izquierda.

–Frisk... Escóndete en ese arbusto, junto a mi mochila.

–No! No voy a hacer eso! Que te pasa?! –protesta.

Sans agarra sus brazos y la mira a los ojos durante un par de segundos.

–L- Lo siento...

Después de decir esto, la empuja hacia el arbusto y se va corriendo.

Los soldados a caballo atraviesan el bosque y ven a Sans, intentando escapar.

–Ey! Alto ahí! –grita uno de los monstruos.

Los caballos pasan a toda velocidad al lado del arbusto donde se cayó Frisk. El plan de Sans fue un éxito.

Casi un minuto después, la chica consigue salir del arbusto, junto con la mochila del esqueleto. Tiene algunas ramitas y hojas enredadas en el pelo y enganchadas en la ropa.

–S- Sans? –dice en alto mientras mira a su alrededor.

Solo hay marcas de cascos en el suelo y un poco de polvo en el aire.

–Sans! –grita–. Dónde estás!?

Tras un par de minutos esperando la respuesta del esqueleto, Frisk decide empezar a caminar.

Todo está en silencio, no se escucha ni un solo pájaro canta. Frisk anda con paso lento y la mirada clavada en el suelo.

–Sans... –susurra.

Pero, de repente, el sonido de una espada desenvainandose se escucha a sus espaldas.

–Detente, humana –ordena una voz parecida a la de un chico joven.

Frisk siente el frío acero de la espada posándose en su nuca.

CONTINUARÁ...

Un ángel en tiempos de guerra (Frisk x Sans) (Frans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora