A la mañana siguiente
Cuando el sol se asomó por las lejanas montañas del horizonte, ya todos estaban despiertos y preparados para continuar el viaje, menos una persona.
–La última en dormirse y la última en despertarse, eh? –dice Aaron, dándole pequeños empujones a la cadera de Isabelle para despertarla con su pie.
Mientras tanto, Ash y sus soldados ya se están subiendo a los caballos para reanudar la marcha.
–Es hora de irse –advierte el rubio caballero–. Vamos a visitar algunos sitios donde hay otros pequeños grupos de humanos escondidos.
Pipper y Penny están cuchicheando mientras Jake comprueba que su arco esté en perfecto estado e Isabelle se despereza, estirando sus brazos, aún sentada en el césped que usó como cama.
–Parece que vamos a pasar mucho tiempo caminando... –dice para si Aaron, ayudando a levantarse a Isabelle.
Los humanos empiezan a caminar en fila india entre el pequeño camino de tierra que atraviesa el bosque. Todos se mantienen callados, pensando en sus cosas y mirando hacia el suelo, hasta que alguien rompe el silencio.
–Oye Aaron... –dice con un susurro Isabelle, que está delante de este.
El chico levanta la mirada para escuchar lo que su amiga le va a decir pero, justo en ese momento, puede ver una luz por el rabillo de su ojo derecho.
Casi por autorreflejo mira hacia ese lado, viendo algo que casi le congela la sangre.
–C- cuidado!!! –grita mientras estira su brazo derecho hacia Isabelle, que está delante.
La pequeña luz que vió de reojo era un monstruo de fuego "semi-oculto" que estaba preparando su ataque, el cual lanzó cuando notó que fue descubierto.
Una llamarada tan grande como un muro fue lanzada por este ser, quemando cada pedazo de vegetación a su paso, en dirección a Isabelle.
Todo pasó muy rápido. En el momento que Aaron extendió la mano para jalar a su compañera y ponerla a salvo, las llamas se quedaron casi a su lado, sintiendo su calor abrasador que hizo que, por un auto reflejo, retirase la mano y se tirase hacia atrás para no ser alcanzado por el fuego ni por el calor que este desprendía.
Pero, antes de que callese al suelo, pudo ver como ese muro de llamas pasó delante se sus ojos como si de un rayo se tratase.
Una vez su cuerpo tocó el suelo, las llamas se acabaron, dejando a su paso humo negro, junto con un rastro de tierra ennegrecida, árboles caídos y otros que empezaron a arder.
Aaron es capaz de escuchar los gritos de confusión de sus compañeros y los sonidos de los caballos nerviosos, pero está separado del resto por la pequeña columna de humo que se formó.
–I- Isabelle! –reacciona el chico tras pasar unos segundos de shock en el suelo, levantándose e intentando atravesar la cortina de humo.
Lo último que vió antes de que las llamas pasasen por delante de él, fue la espalda de su amiga y a Penny y Pipper dándose media vuelta también para intentar salvarla.
– . . . –cuando llega al otro lado de la cortina de humo, ve tiradas en el suelo a Isabelle, Penny y Pipper, las cuales parece que la salvaron en el momento justo–. Oh dios...
Suspira el chico, aliviado, con el corazón a mil por el susto.
–Aaron... T- tu brazo –titubea Pipper levantándose del suelo y acercándose a su amigo.
Aaron mira hacia su brazo, el cual empezaba a sentir dolor, pero fue interrumpido por la voz de Ash.
–Nos han encontrado! Debemos huir de aquí rápidamente, aún no estamos preparados para luchar –dice, nervioso, intentando calmar a su caballo–. Proteged a los niños, soldados, y escapemos de este bosque antes de que el incendio nos atrape... O algo peor.
Aaron mira a su brazo mientras escucha a Ash de fondo. La manga de su túnica del brazo derecho desapareció hasta la altura del codo, dejando ver así la piel un poco ennegrecida por la ceniza de su manga quemada y al mismo tiempo rojiza por algunas zonas, ya que tiene unas quemaduras un tanto feas.
–(Pero si ni siquiera el fuego me logró alcanzar...) –piensa para si mismo mientras mira hacia atrás, viendo el camino negro que dejó el fuego por donde pasó.
–Vamos, no te quedes atrás... –dice Pipper, interrumpiendo los pensamientos de Aaron y tirando de el para que empiece a caminar–. Ese brazo no tiene buena pinta... Puedes moverlo?
El chico intenta cerrar su puño, con dolor, pero no lo consigue, mientras que los pequeños focos de fuego a sus espaldas se empiezan a expandir rápidamente.
–(Que será del monstruo de fuego...? Se habrá escondido entre las llamas?) –piensa Aaron, avanzando casi involuntariamente gracias a su amiga y sin tiempo de mirar atrás.
CONTINUARÁ
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Un ángel en tiempos de guerra (Frisk x Sans) (Frans)
FanfictionSans, un joven esqueleto, decide dejar su hogar y marcharse lo más lejos de allí, debido a un suceso que lo marcará de por vida. Ahora, su casa son los caminos... Irá vagando de pueblo en pueblo hasta que, un día, por obra del destino, se encuentre...