–Por qué estás aquí, en el reino de los monstruos? –pregunta el chico, aún con la punta de su espada en la nuca de Frisk.
La chica respira hondo, cierra los ojos y empieza a darse la vuelta.
–Te he dicho que no te muevas! –advierte.
Cuando están cara a cara, Frisk abre los ojos. Se encuentra con un monstruo joven, parecido a una especie de cabra con un pelaje blanco.
Ahora tiene la punta de la espada en su garganta.–Si me vuelves a desobedecer... Tendré que matarte... –intenta sonar amenazador, pero no es capaz de hacerlo.
–He venido para traer la paz entre humanos y monstruos –contesta con una sonrisa a la pregunta que le hizo antes.
–Eres consciente de que si algún monstruo te ve te puede matar? –pregunta Asriel, aunque ella aún no sabe su nombre.
–Y por qué tu no lo has hecho ya? –responde con otra pregunta.
–Eh...
El joven baja la espada y suelta un profundo suspiro.
–No puedo matar a seres inocentes e indefensos... –confiesa avergonzado mientras guarda su espada.
Frisk respira aliviada al ver que ese monstruo no es tan malo como parecía.
–Chara me va a matar si se entera pero... Ves esas dos montañas de allá al fondo? –dice mientras las señala con su mano–. Pues si-
–Oye, aún no nos hemos presentado. Cómo te llamas? –interrumpe Frisk.
–Q- qué? –pregunta el monstruo un poco confundido.
–Cual es tu nombre? –repite.
–Oh... Soy Asriel...
–Asriel! El príncipe de los monstruos?! –se arrodilla delante de él, como símbolo de respeto–. No sabía que estaba ante la realeza...
–Oh... Jeje... No hace falta que hagas eso.
De repente, el grito de otra persona se oye a la izquierda de Frisk.
–AHORA!! –grita una voz familiar.
Seis encapuchados salen de entre los pequeños matorrales que habían a un lado del camino.
El más alto de los seis coge a Asriel de la ropa, lo levanta del suelo, y lo pone contra un árbol.
–Hola Frisk, me recuerdas? –le saluda un chico con una bandana naranja atada a la cabeza.
Vincent? Qué haces tú aquí? –pregunta Frisk, sorprendida.
–Al final nos ha convencido a todos para seguiros a ti y al esqueleto... –contesta una de las chicas.
–Ey! Humana! Me has tendido una trampa! –protesta Asriel, mientras forcejea para liberarse.
La chica de la lanza se acerca unos pasos hacia el príncipe.
–Vaya, vaya... Pero si tenemos a un monstruo que no ha absorbido ninguna alma humana... –dice Penny, mirándolo de arriba a abajo–. Yo digo de matarlo antes de que se vuelva más fuerte.
–No! No podéis hacer eso! –protesta Frisk.
Penny se da la vuelta y mira a la que acaba de hablar.
–Esta está con nosotros o en nuestra contra? –pregunta mientras la señala con su lanza.
Vincent agarra la punta del arma y la baja.
–Está con nosotros... –responde el de la bandana–. Aaron, suéltalo...
Su compañero hace lo que le ordenó. Lo suelta, haciendo que Asriel se caiga al suelo.
–Estás bien...? –pregunta Frisk.
–Tenéis suerte de no haberos encontrado con los soldados... –susurra Asriel.
–No le tenemos miedo a esos monstruos! –dice la de la lanza con fiereza.
Asriel mira a esa chica. Es valiente, pero al mismo tiempo estúpida, ya que no tiene ninguna oportunidad contra ellos.
–Si queréis salir de aquí con vida... Solo tenéis que atravesar esas montañas de allá al fondo. Una vez al otro lado, llegaréis a un gran lago. Nadie sabe lo que hay más allá... Por lo que estaréis a salvo si conseguís cruzarlo con vida.
Después de decir esto, Asriel empieza a caminar hacia un caballo que está varios metros mas adelante. Vuelve a a la capital.
–Bueno... Tenemos un largo viaje por delante –dice Vincent–. Así que no hay tiempo que perder.
Vincent empieza a caminar, y todos le siguen, menos Frisk.
–Lo siento chicos, pero yo no voy...
CONTINUARÁ...
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Un ángel en tiempos de guerra (Frisk x Sans) (Frans)
FanficSans, un joven esqueleto, decide dejar su hogar y marcharse lo más lejos de allí, debido a un suceso que lo marcará de por vida. Ahora, su casa son los caminos... Irá vagando de pueblo en pueblo hasta que, un día, por obra del destino, se encuentre...