3. El vínculo

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                            .:Eddie:.

Estaba sentado en el pórtico con una taza que contenía chocolate caliente hecho por Mia. Aún seguía con la mirada todos los movimientos de Rose, quien no se quitaba de la cabeza que la gallina en realidad es un gallo y que ella la atraparía. Lo cierto es que si fuera yo ya me habría rendido, ¿por qué atrapar a un animal que no quiere ser atrapado?

– ¿Sigue intentándolo? – Escuche la voz de Lissa detrás de mí – Rose nunca va a cambiar

– Supongo que eso es lo que la hace ser Rose – Bebí un poco mientras Lissa se sentó a mi lado – Nunca rendirse

Rose sonrió maliciosamente mientras intentaba cazar al gallo con una red, pero fallo nuevamente y ésta salió corriendo lejos. Ella comenzó a seguirla hasta que tropezó. Hice una mueca sintiendo el dolor del golpe, ella no se levanto solo comenzó a golpear el suelo con su dedo indice derecho y apoyo la mejilla en la otra mano. Me parece que estaba pensando, pero su mirada era irritada.

Escuche una risa divertida y mire a Dimitri que estaba apoyado de espalda junto a una de las patas del pórtico mirando a Rose con una sonrisa de brazos cruzados. Hice una mueca incomodo y luego mire a Rose que se había levantado irritada.

– ¿Te sucede algo? – Pregunto Lissa con una expresión preocupada.

– Recuerdo el ataque de ayer – Dije preocupado – Rose...

– Ella no puede saber, Eddie. Ya lo hemos hablado – Dijo Lissa seria – Además, mientras más lejos mejor

Suspire pesadamente. Volví a mirar a Dimitri y luego a Rose.

– Sea lo que sea no es relacionado con el ataque de ayer, ¿verdad? – Pregunto Lissa mientras Dimitri se alejaba para ir a ver a Rose que estaba de pie intentando pensar en como capturar al gallo.

– No – Dije – Se me hace extraño que ellos dos... tú sabes

– Ah sí – Lissa me sonrió – Yo no sé como no me di cuenta antes, debía de haber una razón por la que Rose no quería salir con nadie

– Ella salía con Mason – Dije fríamente. Lissa se puso algo incomoda y luego suspiro – Lo siento, no quise...

– Rose realmente quería a Mason. Era su mejor amigo y sé que ella no tenía intención de que sucediera lo que sucedió – La defendió Lissa – Yo sé que aún se culpa por no haberlo ayudado. Lo único bueno de todo esto es que la oscuridad ya no está presente en ella

– Supongo que sí – Sonreí débilmente – Nunca va a atrapar a esa a gallina

– Gallo – Corrigió.

– ¿Qué? Ah sí, lo siento, creo que tanto escucharla decir gallina me ha contagiado – Reí divertido.

– Anoche no durmió planeando su estrategia con el gallo, creo, tan solo creo, que ella debería dormir y así pensará con claridad – Dijo Lissa riendo divertida. Asentí con la cabeza.

– Vamos a dentro, tendrá para rato –

– Sí, ahm, oye, ¿qué sabes sobre Adrian? – Pregunto Lissa algo temerosa.

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora