6. Un nuevo destino

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                              .:Rose:.
Apenas abrí mis ojos por la mañana vi a Lissa sentada a la orilla de su cama mirándome con una sonrisa de oreja a oreja y emocionada. A través de nuestra conexión pude sentir que le hacía muy feliz saber que estaba al fin abriendo mis ojos y a que, además, había estado más de media hora mirándome dormir tranquilamente.

– Buenos días – Sonrió emocionada – Me alegra que hayas despertado

– Lo dices como si estuviera durmiendo desde hace cien años – Intente levantarme, pero algo me lo impidió. Un fuerte agarre por mi cintura impedía que pudiera sentarme, con mucho cuidado mire a la persona que me lo estaba impidiendo y sonreía al ver a Dimitri dormido a mi lado.

– Llevas dos días dormida – Dijo Lissa. Pase una mano por mi rostro y mientras con la otra me apoyaba en la cama para no caer de cara en la almohada. La mire sorprendida sabiendo que no mentía.

– Dos días – Dije sorprendida sin gritar – ¿Es enserio?

– Sí – Dijo sonriendo – Te he traído el desayuno, tenía la esperanza que despertarías hoy… bueno, eso y que pude sentirlo por el vinculo

– Ah, grandioso – Sonreí mirando el plato con unas tostadas, un vaso de jugo y algo de cereal. Mire a Dimitri y luego a Lissa – ¿Cuánto lleva aquí?

– Te estuvo cuidado día y noche mientras dormías como oso – Rió suavemente entre dientes mientras yo me sentaba en su cama sin quitarle la mirada – Por las noches dormía contigo, tenía miedo de que algo te sucediera

– Aaaww es tan tierno – Dije sonriendo. Tome una tostada y mire a Lissa – ¿Por qué dormí tanto? Apenas me parece haberlo hecho unos minutos

– ¿No lo recuerdas? – Pregunto ella sorprendida. Yo me encogí de hombros despreocupada – No conozco los detalles, Dimitri no quiso decir mucho. Un vampiro te mordió y bebió tu sangre. Dimitri cree que tenía la intensión de matarte en ese momento, pero lo interrumpió. Tú caíste al suelo, dijo que tenías un pulso realmente bajo. Luego al paso y tú apenas si estabas consciente de lo que te rodeaba

Mire la mordida en la tostada y enseguida los recuerdos de esa noche vinieron a mí como imágenes a una cámara. Samara me había emboscado, me chupo la sangre hasta lograr que perdiera la consciencia aún cuando estaba algo despierta, luego me llevo hasta una cornisa con la intensión de escapar y recuerdo… la voz de Dimitri. Me salvo.

– Una vez que llegaste aquí caí en tu cama dormida con una sonrisa de placer – Hizo una mueca algo desagradable – Recuerdo que entre sueños dijiste algo de que no había nada mejor que una mordida de Strigoi

Me estremecí.

– Joder – Pase una mano por mi rostro – ¿Qué paso luego?

– Nada, dormiste como oso – Sonrió levemente – Hasta ahora. Debió de haberte quitado demasiada sangre

– Eso creo. No lo sé. Yo me sentía volando después de su mordida… – Me estremecí nuevamente – Oh Dios, es horrible ahora que lo pienso

– No fue mejor haberte escuchado decirlo – Dijo Lissa con una mueca incomoda – Cambiemos de tema, por favor

Tome el vaso de jugo y asentí lentamente. Cerré mis ojos intentando pensar en otro tema cuando me quede en blanco, no sé porque, pero así fue.

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora