13. Armas de guerra

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                             .:Dimitri:.

Estaba sentado en el comedor leyendo un libro mientras los demás seguían hablando sobre el reciente acontecimiento. Roza se había ido con Abe a quien sabe donde y ninguno de nosotros tenía idea de donde se habían ido, incluso Lissa que en todo momento se había mantenido al margen de cualquier conversación relacionado con aquello.

Ya quedo claro, por Roza, que Lissa sabía todo lo que estaba sucediendo, pero ella al parecer tenía sus razones para no querer contar nada y nadie la iba a obligar en todo caso, pero todos estábamos preocupados por no saber que estaba sucediendo.

La última vez que mi Roza salió con Abe llego a casa toda lastimada, en sus brazos y con un montón de vendas después de haber estado en el hospital, no quería que algo como eso volviera a suceder. Ya fue terrible pasarlo una vez y una segunda vez me destrozará en especial porque no puedo estar con ella para protegerla.

Levante la mirada al ver a Lissa frente a mí con una expresión arrepentida, volví a mirar mi libro y puse un separador, lo cerré. Lissa agacho la mirada y luego miro a los demás que estaba hablando entre si sin notar su ausencia.

– Rose probablemente esté haciendo estupideces – Dijo preocupada – No puedo entrar a verla ahora. Ella no puede bloquearme o al menos no como yo ya que es muy débil – Fruncí el ceño suavemente – A lo que quiero ir es que me da algo de miedo mirarla… la última vez ella y Abe estaban en esta cosa secreta y ella… Dios, esa imagen en mi cabeza no ayuda en nada – Sacudió la cabeza intentando contener unas lagrimas – Creo que ahora podría matarse

– Hiciste una promesa – Sonreí levemente – No tienes que contarme si no quieres

– Quiero, pero ese es el problema. Yo le prometí a Abe que no le contaría a nadie – Dijo ella tragando saliva – Pero mi mejor amiga está en problemas o al menos eso creo

– ¿Por qué no intentas chequearla? – Pregunte sonriendo ligeramente – Cuando Roza y yo estábamos escapando en aquella ocasión ella siempre aprovechaba cualquier momento para chequearte y asegurarse de que estabas bien. No creo que haya nada de malo en que lo hagas tú también

– Lo he hecho mucho. Rose comienza a sentirse incomoda. Ella lo sabe porque yo normalmente no puedo evitar hablar en su cabeza y porque en ocasiones tengo que hablar con ella sobre lo que veo o me volveré loca – Musito Lissa preocupada aunque había una pequeña sonrisa divertida en sus labios – Realmente se siente violada

– Imagino – Dije incomodo. No me gustaría saber que Lissa está en la mente de Roza mientras nosotras estamos teniendo relaciones, aunque sé por Rose que ella había sido atrapada en algunas ocasiones en la mente de Lissa cuando estaba con Christian debido a las emociones fuertes que la rodeaban.

– No lo he conversado con nadie y pienso que tú eres el más indicado – Me miro con una ligera sonrisa – Sé que si se trata de ella harías hasta lo imposible para salvarla

– Siempre y cuando esté aquí y no en quien sabe donde – Suspire pesadamente.

– Dimitri, solo quiero saber que vas a estar allí para protegerla – Mire a Lissa confundido. Ella me hizo una mueca preocupada y pude notar que efectivamente había algo que la estaba preocupando – Yo vi algo malo en ese momento y Rose y Abe prometieron que sería su secreto. Abe sabía por Janine que yo los vi y me hizo prometerle que no diría nada, pero no puedo aguantar más

– Si me dices donde está entonces no romperías tu promesa y yo podía ir por ella para asegurarme de que está bien – Sonreí levemente – ¿Qué dices?

– No sé donde estén ahora – Dijo Lissa preocupada – Dios, Dimitri no sé qué hacer

– Lissa, hay algo que debes saber – La mire con una ligera sonrisa – A veces la seguridad de un amigo es más importante que mantener una promesa

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora