.:Rose:.
Estaba cabeceando en la mesa luchando por mantenerme despierta, Lissa estaba casi igual, pero se notaba que lo tenía mejor manejado que yo. Christian se había ofrecido a preparar el almuerzo y ahora estaba sirviendo. Pollo y arroz. Se veía muy bien con una salsa blanca y los condimentos. Él cocina increíblemente delicioso, Lissa tenía toda la suerte del mundo.
Cuatro de la tarde y yo moría de sueño ya que estuve toda la noche despierta con Lissa viendo películas y cuando me dormí fue solo dos minutos antes de que Alberta decidiera despertarnos. Fue horrible y desde entonces estamos cansadas las dos.
– Rose, irás a la librería a buscar información, ¿cierto? – Pregunto mi madre.
– Eso creo – Me encogí de hombros – Pero podría echarme una siestecita primero, ¿no?
– No – La mire indignada por su frialdad. Luego suspire resignada – Lissa irá contigo
– ¿Qué? ¿Yo por qué? – Pregunto ella gimiendo. Obviamente tenía la idea de echarse una siesta también.
– Castigo para ambas por quedarse despiertas toda la noche – Respondió Alberta coincidiendo con mi madre – Les dijimos que debían dormir y no andar jugando
– ¿Y él por qué puede dormir? – Pregunte apuntando a Dimitri con el tenedor. Pero a diferencia de nosotras dos él no estaba cansado, de hecho estaba tan fresco como siempre – Salimos y volvimos a las tres, es justo un castigo
– Yo me dormí apenas volvimos, ustedes se pusieron a hablar y a comer. Si no lo hubieran hecho probablemente ahora estarían bien – Dijo Dimitri con su tono serio de "Yo el mentor Zen".
– Sabias que baje a buscar comida – Lo mire con los ojos entrecerrados. Él se encogió de hombros – Estabas despierto
– No hizo falta. Cuando desperte la cocina estaba desordenada y la comida estaba tirada – Dijo tranquilo. Uy... olvide ordenar.
– Es injusto – Musite.
– No lo creo – Dijeron mi madre y Alberta al unisonó. Gemí junto con Lissa y luego le sonreí divertida.
Al término del almuerzo Lissa y yo salimos a buscar la librería. Dios. Estábamos tan cansadas que ni las instrucciones escuchamos así que fuimos a comprar unas bebidas. Mientras las pagaba pregunte la dirección de la librería y nos dirigimos allí.
– No puedo creer que no castiguen así – Me queje.
– Rose – Bostezo Lissa – Pudo ser peor
Me encogí de hombros. Nos detuvimos enfrente de un aparador lleno de libros, sonreí a Lissa y luego entramos haciendo sonar una campanita arriba de la puerta. Una voz escondida nos dijo que enseguida vendría.
– ¿Crees que encontremos algo aquí? – Me miro intrigada.
– Solo si hay un Moroi atendiendo – Dije tomando un libro sobre árboles – Aunque lo dudo mucho. Quizás solo otro humano más
– ¿Qué tal si llamas a Sydney? – Pregunto Lissa cruzándose de brazos. La mire curiosa, confundida y finalmente sonriendo. Al ver que no había nadie aún atendiendo nos fuimos de la librería y yo llame a Sydney.
.:Lissa:.
Rose se alejo para poder hablar con Sydney y yo me senté en una banca terminando la bebida que tenía en mis manos. Estuvo hablando como por cinco minutos y luego se me acerco una expresión que dejaba poco que desear. Supe que Sydney no tenía ni idea de que le hablaba Rose y ella dudaba que fuera el tipo de magia que ella usa. Suspire rendida y luego apoye la cabeza en el borde del respaldo.
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Instintos de Dhampir, Rose y Dimitri
FanficLa historia es basada después del final de El último sacrificio así que espero que les guste. Después de que Lissa fuera coronada reina las cosas parecen ir bien hasta que misteriosamente Rose recibe una amenaza de Robert por la muerte de su herman...