- Hubo un momento en que nuestras vidas en el que estábamos tan unidos que nada parecía obstaculizar nuestro amor, y solo un pequeño puente nos reparaba.
Cuando estabas a punto de cruzarlo, te pregunté: ¿Quieres cruzar el puente para llegar a mi?
...
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Tragué saliva una y otra vez, le había puesto a mi papá mis condiciones para que le dijera la localización exacta de Gib y desde que no llamó hace unas buenas horas supe que no iba a cumplir con su palabra como suele hacerlo cuando realmente se le solicita que lo haga. Estaba nerviosa, ansiosa y Cindy solo se acurrucaba a mi lado, Tito daba vueltas en su jaula, esto está muy mal, mi móvil sonó y respondí al ver que se trataba de Jack, le respondí de inmediato.
- ¿Todo bien hermano? - le dije tratando de ocultar que temblaba como una gelatina.
- Aburrido, diría yo. Mamá dijo que vendrían a sacarme de aquí, sabes que no me llevo con el encierro, me has cubierto de varias, por eso te pregunto de linda manera ¿cuándo rayos llegan? Me estoy desesperando aquí dentro.
- Sería mejor si voy por ti ¿no? - sonreí. - creo que haré la buena obra, o tal vez no.
- Es tu deber como hermana mayor... - bromeó.
- Voy, solo porque quiero verte. - conduje hasta el hospital con Jack al teléfono, parece que tengo que contarle lo que está pasando. - estoy aquí, a ¿dónde me dirijo con exactitud? - dije caminando a recepción.
- Ala VIP. Y que conste que no fue mi idea, pero Koslov dijo que estaría más cómodo así que... me quedé aquí. ¿Si recuerdas a Irina, no?
- Si, tu guarura loca y hermosa, para variar. - seguí caminando y me encontré con papá, el tío Alex y otros hombres, no estaba con Jack ¿desde cuándo llegó y no me lo dijo? - ¿qué están haciendo acá? tú y yo teníamos un trato, Dennis. - mascullé.
- ¿Perdón? - carraspeó, ese típico sonido que hace la mayoría del tiempo para no reírse, lo detesto.
- ¿Dónde está Gib? - tragué saliva, papá se miró con Alex, ladeó la cabeza y como siempre y sabiamente, huye de los problemas que no son suyos. - teníamos un trato. - dije con un nudo en la garganta - ¿en dónde está él?
- En un lugar seguro, nenita. - me señaló - Tú me diste libre autorización para detenerlo, te pregunté cómo querías que fuera y tú sólo dijiste "detenlo", así que eso hice.
- ¡Qué le hiciste! ¿A quién estás cuidando? ¡Habla! ¿Por qué no puedes tener palabra? ¿Lo metiste a la cárcel? ¿Eso hiciste? - le empujé ligeramente para que me mirara. - quiero verlo.
Inhaló entre dientes - Sinceramente lo siento, pero eso no se va a poder. Podría arreglarlo, sí, pero de momento no.
Mis ojos comenzaron a picar, papá se puso frente a la puerta, entonces entendí que lo tenía más cerca de lo que pensaba. - ¿está aquí? ¿Qué le hiciste?
- ¿Yo? - negó - Nada. Tú estuviste más tiempo con él así que de seguro sabrás de hace cuánto tiempo tiene esos moretones - dijo frotándose el cuello.
- ¡Papá! - chillé furiosa, lo mataría ahora mismo si no fuera mi papá. - ¿Por qué está acá? sé sincero conmigo por primera vez en tu vida ¿qué está haciendo aquí? ¿Fue tu culpa?
