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-Ya Jimin, tranquilo -acarició el rosado pelo de su amigo, tratando de transmitirle calma.

-No más.. no, no más Tae -Se agarró con aun más fuerzas a la remera del menor mientras sollozaba por el dolor físico y mental. Toda su espalda dolía, al igual que sus piernas y estomago.

Y su cuello ardia, parecía tener fuego en esa zona, era todo el dolor de su torzo y piernas juntos, multiplicado por mil.

-Duele duele mucho Tae -gritó en medio del llanto. El castaño lloro junto con él, mientras lo abrazaba con delicadeza pero pegandolo a su cuerpo para calmarlo.

-Ya llega la ambulancia Jimin, solo unos minutos más.

♦♦♦

Jimin dormía bajo el efecto de los sedantes, una enfermera moritoriaba que todo estuviera bien en la habitación.

Tae golpeaba con fuerza bruta la superficie que lo separaba del sereno policia. Éste le pedía calma pero la lentitud con la que trataba el caso de su amigo le desesperaba.

-Son unos inservibles para proteger a la población -con ese ultimo comentario salió de la comisaría mientras encendia un cigarrillo y daba una calada.

Camino hacia el pequeño departamento de Jimin para buscarle algo de ropa. Aún tenía la rabia corriendo por su organismo por culpa del policia así que se apuro en recoger las cosas. Ver a Jimin le haría bien.

Al llegar ya estaba despierto, veía la puerta apoyando su cabeza en su brazo el suero.

-Ey, ¿Cómo te sientes? -preguntó acercandose, se sento en la silla al lado de la camilla y le acaricio sus mejillas.

-Tae -susurró con la voz rota. Se imaginó el dolor que sintió su amigo por gritar por tanto tiempo pidiendo ayuda. Por su mejilla cayó una lagrima y la aparto con rapidez, tenía que ser fuerte por el menor.

-Te traje ropa -cambió de tema, abrió la bolsa y le mostró lo que eligió.

-Gracias Tae.

El menor se detuvo y miró a su amigo, estaba llorando en silencio. Se acerco para acostarse en la camilla y abrazar su amigo.

-Siento no haber llegado antes, siento haberte dejado ir solo -susurró mientras limpiaba las lagrimas de su amigo.

-Ya paso Tae, ya todo esta hecho. Hiciste lo que pudiste. -Le sonrió, pero Tae vió la poca sinceridad de esa acción.

No pensaba dejar a su amigo tirado, pensaba ayudarlo hasta que pueda ser capaz de volver a manejar su vida con normalidad.

-Estoy muy roto -murmuró Park Ji Min mientras seguía llorando en silencio en los brazos de su amigo.

Cristal {Nammin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora