XXI
Abro los ojos y me miro en tu alma.
Abro los ojos para vislumbrar
que el dolor que yo siento no tiene sentido,
no tiene sentido odiar... torturar.
¿Mi sangre no es roja?
¿La tuya lo es?
Las saladas lágrimas que tú ves caer
¿no son sal y agua?
Mis ojos te gritan...
¿Tú no tienes ojos?
¿No puedes mirar en mi desconsuelo?
¿No puedes sentir mi dolor...mi miedo?
Mis brazos... tus brazos.
Mi piel es tu piel.
Mis lánguidos labios son tuyos también.
Mi voz te acaricia pues quiere entender.
Mi voz se desnuda ante esta aflicción
y la tuya me grita y te clamo yo...
¿Mi sangre no es roja?
¿La tuya lo es?
¿Tú no tienes miedos?
¿No quieres querer?
Abro los ojos y te miro en el alma.
Abro los ojos y te quiero entender...
Pero en mi agonía ya no está la calma
y no puedo mirarte
y no puedo entender.
¿Qué vale una vida?
¿Qué vale vivir?
Mi alma te reta.
Mi alma te incita.
Te encara,
te enfrenta
y te desafía.
¿Qué vale una vida?
¿Qué vale vivir?
¿Qué vale perderla y hacerme sufrir?
¿Qué valen las vidas de cien, mil...diez mil?
¿Qué vale la vida de mujeres, niños...?
¿De seres humanos que quieren vivir?
¿Qué vale mi vida?
¿Qué vale...mi vida?
...
¡Di!
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PRISIONERO
PoetryUn prisionero político, religioso, de guerra..., sobre todas las cosas un ser humano, espera en una celda el momento de su final y solo el recuerdo de su amada trae consuelo a la extenuante espera del tormento que sabe que está a punto de llegar...