ALMA

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XXVI

Y despierto entre tus besos mi amor,

envuelto en tu ternura que dura un instante,

efímero segundo que vuela de mi lado

cuando al abrir los ojos me miro en el dolor.

Dolor por mi suplicio,

dolor del cruel dolor,

dolor de la agonía,

dolor de la tortura que sufro sin perdón.

Qué efímero tenerte,

qué poco que ha durado el instante de clemencia,

la dulzura de la benignidad,

la ternura de volver a recordarte

y sentir por un momento un instante de paz.

E intento retomarte y reencontrarte.

E intento evadirme de este instante.

E intento olvidarme del suplicio,

del dolor que supone este martirio

y no...

No puedo evocarte vida mía.

No puedo reencontrarme en tus pupilas,

ni en tus labios reencuentro la dulzura,

ni tus brazos mi amor ya me cobijan.

Mi mente solo siente la tortura.

Solo puedo sentir este  dolor

que conquista resuelto este mi cuerpo,

que conquista osado lo que soy.

Intento escapar del sufrimiento.

Intento fugarme de este instante

y escabullir con tu amor mi sufrimiento,

pero el inmenso dolor, amor,

los incesantes golpes que me invaden

me impiden reencontrarte en mi tormento.

PRISIONERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora