TORTURA II

154 39 29
                                        

III

Escucho que desgarras

el silencio que añoro,

agitando con congojas

mi pobre corazón.

Tú clamas,

yo te escucho...

Tú espetas por piedad.

Yo le susurro al cielo

por tu misericordia,

que escuche tus plegarias

y puedas descansar.

Y tú cual gran tormenta

despedazas mis oídos,

atormentas mi cerebro

cuando te escucho bramar

y desde tus adentros

retuerces alaridos

que nunca había oído

y te oigo desangrar

con cada golpe austero

la vida de tu cuerpo,

y escucho que tu carne

se descarna por momentos,

se rompe y se saja

vertiendo sangre y suero,

goteando la vida

y desechando tu aliento.

Y gritas...

Y te escucho...

Y rompes la tormenta

cual trueno acusador

rugiendo con la rabia

que trae tan cruel tormento,

vociferando al mundo

y perdiendo a cada paso

un poco de tus fuerzas.

Y perdiendo a cada paso

un poco de tu vida...

Y perdiendo...

Y perdiendo hoy tu vida.

...

Y muriendo.

...

Y solo queda el llanto.

y solo el desconsuelo.

Y solo los gemidos

del miedo y del terror

que escapan de mis labios

cuando ya no te escucho...

que escapan de mi alma

para decirte adiós.

PRISIONERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora